Pancho y el pajarito en apuros



Había una vez en el bosque de la Patagonia un conejito muy travieso llamado Pancho. A pesar de ser adorable y tierno, Pancho siempre olvidaba ser responsable.

Siempre llegaba tarde a la escuela de conejitos, dejaba su habitación desordenada y no cumplía con sus tareas diarias. Un día, la mamá de Pancho lo llamó seriamente: "Pancho, necesitas aprender a ser responsable. No puedes seguir así, siempre olvidando tus compromisos".

Pancho se sintió triste al ver que había decepcionado a su mamá, así que decidió hacer un cambio en su vida. "Lo siento mucho mamá, prometo esforzarme más a partir de ahora", dijo Pancho con determinación. Desde ese día, Pancho se propuso ser más responsable.

Comenzó a levantarse temprano para llegar puntual a la escuela, ordenaba su habitación sin que nadie se lo pidiera y ayudaba en las tareas del hogar. Todos notaron el cambio en él y lo felicitaron por su esfuerzo.

Un día, mientras jugaba en el bosque con sus amigos, Pancho escuchó unos gritos desesperados. Se acercó corriendo y vio que un pajarito estaba atrapado entre las ramas de un árbol alto y no podía bajar.

"¡Ayuda! ¡Por favor ayúdame!", gritaba el pajarito asustado. Sin dudarlo ni un segundo, Pancho trepó ágilmente por el árbol hasta donde estaba el pajarito y con cuidado lo liberó.

El pajarito emocionado le dio las gracias y le dijo:"¡Eres muy valiente y responsable! Gracias por salvarme". Pancho sonrió orgulloso porque sabía que había hecho lo correcto. Esa noche, al llegar a casa, su mamá lo abrazó fuerte y le dijo lo orgullosa que estaba de él.

"Hijo mío, has demostrado ser responsable y valiente. Estoy feliz de ver cómo has cambiado", expresó su mamá emocionada. Pancho se acostó esa noche con una gran sonrisa en el rostro.

Había aprendido que la responsabilidad no solo era importante para cumplir con sus deberes diarios, sino también para ayudar a los demás cuando más lo necesitaban. Desde entonces, Pancho se convirtió en un ejemplo para todos en el bosque. Siempre recordaba la importancia de ser responsable y nunca volvió a olvidarlo.

Y colorín colorado este cuento del conejito Pancho ha terminado pero su enseñanza ha quedado grabada en nuestros corazones para siempre.

FIN.

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