Pancho y la lección de Renato



Había una vez en el bosque de Pinocho, un conejito llamado Pancho que era muy travieso y no respetaba a los demás animales. Siempre les jugaba bromas pesadas y se burlaba de ellos, creyéndose el más astuto de todos.

Un día, Pancho decidió gastarle una broma al oso Bartolo, escondiéndole su miel favorita. El pobre oso buscó por todas partes, pero no pudo encontrarla. Estaba triste y enojado por la travesura del conejito.

- ¡Pancho! ¿Dónde está mi miel? -rugió Bartolo con furia. - ¡Ja ja ja! No te lo diré, osito tonto -se burló Pancho mientras corría alejándose. Pero lo que Pancho no sabía era que el zorro Renato había visto todo desde lejos.

Renato era un animal sabio y bondadoso que siempre ayudaba a los demás sin esperar nada a cambio. - ¡Espera, Pancho! -llamó Renato-. Eso no está bien lo que hiciste.

Debes aprender a respetar a tus compañeros del bosque y ser amable con ellos. Pancho se detuvo sorprendido por las palabras de Renato. Nunca nadie le había hablado así antes.

Comenzó a reflexionar sobre sus acciones y se dio cuenta de que estaba lastimando a los demás con sus bromas crueles. - Tienes razón, Renato. Me equivoqué y quiero enmendar mis errores. Ayúdame a disculparme con Bartolo y devolverle su miel -dijo Pancho arrepentido.

Renato asintió con una sonrisa y juntos fueron a buscar al oso Bartolo. Cuando lo encontraron, Pancho se disculpó sinceramente por haberle jugado esa mala pasada y le devolvió la miel que le había escondido. - Lo siento mucho, Bartolo.

No volveré a comportarme así contigo ni con nadie más en el bosque -dijo Pancho humildemente. El oso Bartolo aceptó las disculpas de Pancho y ambos animales se abrazaron como muestra de perdón y amistad.

Desde ese día, Pancho cambió su actitud egoísta y aprendió el valor del respeto hacia los demás. Gracias al consejo de Renato, el zorro sabio, Pancho entendió que la verdadera astucia no estaba en hacer daño a los demás sino en ser generoso y solidario con quienes nos rodean.

Y así, todos los animales del bosque vivieron felices compartiendo valores como la amistad, la empatía y la tolerancia entre sí.

FIN.

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