Panter, la perra que nunca se rindió



Panter era una perra negra muy activa a la que le encantaba correr y jugar.

Su comida favorita era el churrasco, pero un día decidió participar en una carrera que se celebraba los viernes, aunque por error había llegado un jueves. Ese día, en lugar de churrasco, le dieron tomate, lechuga y huevo para alimentarse. Panter, sintiéndose un poco desanimada por la comida inesperada, perdió la primera carrera. Sin embargo, no se dio por vencida.

En la segunda carrera, Panter puso todo su esfuerzo y ¡ganó! La tercera carrera también la ganó, demostrando que con perseverancia y trabajo duro, los obstáculos pueden superarse.

Desde ese día, Panter aprendió que la comida no determina lo que puede lograr y que, con determinación, se pueden alcanzar grandes cosas.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!