Papá Dino y Yo
Había una vez un dinosaurio de color verde llamado Dino, quien tenía un papa muy especial. Su papá era diferente a los demás papás de la escuela porque él tenía autismo.
Dino se sentía muy orgulloso de su papá, pero a veces no entendía por qué su papá hacía las cosas de manera diferente a como lo hacían los demás padres.
Por ejemplo, cuando iban al parque, su papá no jugaba con ellos como los otros padres lo hacían. En lugar de eso, prefería sentarse en una banca y observar el paisaje. Un día, durante el recreo en la escuela, Dino decidió contarle a sus amigos sobre su padre y cómo él era diferente.
Al principio sus amigos no entendieron bien lo que significaba tener autismo y le hicieron muchas preguntas. "¿Qué es eso del autismo?", preguntó uno.
"Es algo que hace que mi papá piense y sienta las cosas de manera diferente", respondió Dino. "¿Y eso significa que tu papá es raro o tonto?", preguntó otro niño. "¡No! Claro que no", exclamó Dino molesto. "Mi papá es muy inteligente y tiene habilidades especiales".
Dino decidió explicarles más sobre el autismo y les contó sobre algunos retos diarios que enfrentaba su padre debido a ello. Les dijo cómo algunas veces le costaba trabajo entender las emociones de otras personas o seguir instrucciones complejas.
Al final del recreo, sus amigos comenzaron a entender mejor la situación y se dieron cuenta de que ser diferente no era malo ni raro; simplemente significaba ser único e igual de valioso que cualquier otra persona.
Desde ese día, Dino se sintió más seguro al hablar sobre su padre y su autismo. Además, sus amigos comenzaron a incluir a su papá en sus juegos y actividades, lo cual hizo que él se sintiera muy feliz y aceptado.
Dino aprendió que todos somos diferentes de alguna manera, pero eso no nos hace menos importantes o menos capaces. Aprendió la importancia de ser amable y comprensivo con los demás, sin importar las diferencias que puedan tener.
Y así fue como Dino y sus amigos descubrieron el valor de la inclusión y la empatía.
FIN.