Paquito, El Patito Que No Quería Estudiar
Había una vez un pequeño patito que vivía en un tranquilo estanque rodeado de árboles frondosos y flores coloridas. Paquito era un niño curioso, pero tenía un problema: no le gustaba estudiar. Mientras sus compañeros de la escuela atendían con atención las lecciones de la profesora Tortuga, él prefería nadar por el estanque y jugar con los peces.
Un día, mientras exploraba un rincón del estanque, Paquito se encontró con un viejo y sabio pez llamado Don Pez.
"¿Por qué no estás en la escuela, pequeño Patito?" - preguntó Don Pez con una sonrisa.
"No me gusta estudiar. Prefiero jugar y nadar" - respondió Paquito, agitando sus alas con impaciencia.
Don Pez lo miró pensativo.
"Pero, Paquito, estudiar es importante. Te ayuda a entender el mundo y a hacer tus sueños realidad" - le dijo.
"No sé, Don Pez. ¿Para qué necesito saber de números o letras?" - contestó Paquito, un poco desinteresado.
El pez sonrió aún más, sabiendo que tenía que mostrarle a Paquito la importancia de aprender.
"Vamos a hacer un trato. Te llevaré a una aventura, y si me demostrás que estudiar puede ser divertido, prometo llevarte a un lugar muy especial" - propuso Don Pez.
Paquito, intrigado, aceptó. Así que se sumergieron juntos en el agua. Don Pez llevó a Paquito a un rincón desconocido del estanque, donde encontró un mapa antiguo.
"Mirá, este es un tesoro escondido ofreces a quienes entienden los símbolos y las letras. Si querés encontrarlo, tendrás que aprender a leer" - dijo Don Pez con entusiasmo.
Paquito, emocionado, se dio cuenta de que estudiar podría llevarlo a descubrir algo asombroso.
"Está bien, Don Pez. ¡Quiero aprender!" - exclamó Paquito.
Y así, durante varias semanas, Paquito comenzó a estudiar con la ayuda de Don Pez. Aprendió a leer mapas, a sumar y restar, y a entender los nombres de cada flora y fauna del estanque. Se convirtió en el mejor alumno de la escuela.
Un día, después de muchas horas de estudio, Don Pez le dijo:
"¡Es hora de buscar el tesoro!"
Juntos, siguieron el mapa y tras un largo recorrido, encontraron un cofre enterrado en la arena del fondo del estanque. Al abrirlo, descubrieron dentro una brillante colección de libros y colores.
"¡Esto es maravilloso!" - dijo Paquito, emocionado.
"El verdadero tesoro no es solo lo que hay en el cofre, sino lo que aprendiste en el camino" - explicó Don Pez.
Paquito sonrió, sabiendo que la aventura y el estudio le habían ayudado a crecer. Desde aquel día, no solo asistía a la escuela, sino que también disfrutaba de leer cada nuevo libro del tesoro.
Así, Paquito se convirtió en el patito más sabio del estanque, y enseñó a sus amigos lo divertido que podía ser aprender. Y aunque no todos los días eran fáciles, ahora sabía que estudiar era una aventura en sí misma.
Y así, todos los patitos del estanque aprendieron que el conocimiento no solo abre puertas, sino que también puede llevarte a tesoros inesperados.
FIN.