Patas Felices



Había una vez una niña llamada Delfi, que era muy alegre y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Le encantaba hacer amigos, jugar con ellos y descubrir nuevas aventuras.

Pero lo que más le gustaba en el mundo eran los perros y gatos. Delfi vivía en un pequeño pueblo rodeado de naturaleza. Todos los días salía a pasear por las calles, saludando a cada persona que se cruzaba en su camino.

Pero su verdadera pasión eran los animales. Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, vio un grupo de niños jugando con sus mascotas. Había perros corriendo por todos lados y gatos saltando de árbol en árbol.

Delfi se acercó emocionada y comenzó a hacerles caricias a todos los animales. "¡Hola! ¿Puedo jugar con ustedes?"- preguntó Delfi con entusiasmo.

Los niños la miraron sorprendidos pero luego sonrieron y le dijeron:"¡Claro! ¡Ven a divertirte con nosotros!"Delfi no podía creerlo, estaba tan feliz de haber encontrado nuevos amigos que compartían su amor por los animales. Juntos jugaron durante horas, persiguiendo pelotas, lanzando frisbees y haciendo trucos divertidos para impresionar a sus mascotas.

Después de ese día, Delfi se convirtió en la amiga inseparable de aquellos niños amantes de los animales. Siempre estaban juntos explorando el bosque cercano o visitando la granja del abuelo de uno de ellos.

Un día, mientras caminaban por el bosque, escucharon un sonido extraño proveniente de unos arbustos. Delfi se acercó con curiosidad y descubrió que había un pequeño cachorro abandonado. "¡Pobrecito! ¿Dónde está tu mamá?"- preguntó Delfi preocupada. Los niños se acercaron y todos decidieron llevar al cachorro a casa para cuidarlo.

Le dieron un nombre: —"Pelusa"  y lo convirtieron en parte de su pandilla de amigos. Con el tiempo, Delfi y sus amigos aprendieron sobre la importancia de cuidar a los animales.

Aprendieron a alimentarlos adecuadamente, darles agua fresca, sacarlos a pasear y brindarles mucho amor y cariño. Además, decidieron hacer una campaña en el pueblo para concientizar sobre la adopción responsable de mascotas.

Organizaron eventos donde enseñaban cómo cuidar a los animales adecuadamente y promovían la adopción en lugar de comprar mascotas. Su campaña fue todo un éxito y muchas familias decidieron adoptar perros y gatos abandonados en lugar de comprarlos. El pueblo se llenó de alegría al ver tantas mascotas felices encontrando hogares amorosos.

Delfi estaba orgullosa del impacto positivo que habían hecho ella y sus amigos. Sabía que juntos podían lograr grandes cosas cuando trabajaban en equipo.

Y así, Delfi siguió siendo una niña muy alegre que amaba hacer amigos, los perros y gatos, salir a pasear por su pueblo rodeado de naturaleza. Siempre recordaba aquel día en el parque, donde encontró a sus amigos y descubrió su pasión por los animales.

Porque cuando haces lo que amas y te rodeas de personas que comparten tus mismos valores, puedes cambiar el mundo para mejor. Fin.

FIN.

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