Patito descubre el valor de la amistad



En un hermoso campo argentino, vivía un patito llamado Patito. Patito era curioso y juguetón, le encantaba explorar la laguna que estaba al lado del campo. En la laguna vivía Laguna, una simpática nutria.

Un día, Patito decidió visitar a Laguna para jugar juntos. Al acercarse a la laguna, escuchó risas y vio a Laguna junto a Ana, una alegre mariquita, bailando al ritmo de la brisa. -Hola, Laguna, ¿puedo unirme a su baile? -preguntó Patito emocionado.

-¡Claro, Patito! -respondió Laguna con entusiasmo. Los tres amigos pasaron horas jugando y riendo juntos, sin darse cuenta de que estaban atrayendo la atención de un intruso.

En ese momento, un zorro astuto llamado Campo acechaba desde la orilla, observando la diversión de los amigos. Campo tenía en mente una travesura, quería separar a los amigos para que no volvieran a divertirse juntos. Decidió acercarse sigilosamente para sembrar la discordia entre ellos. -Hola, amiguitos.

¿Sabían que el patito es demasiado ruidoso y molesto? -dijo Campo con una sonrisa maliciosa. Ana y Laguna se miraron sorprendidas, sin saber qué pensar. Patito, al escuchar las palabras del zorro, se entristeció profundamente. Decidió alejarse de sus amigos para no causarles problemas.

Pero conforme pasaban los días, Ana y Laguna notaron la ausencia de Patito y extrañaron su risa y sus travesuras. Decidieron buscarlo y descubrieron que el zorro Campo había manipulado la situación.

Con valentía, confrontaron a Campo y le demostraron que la amistad es más fuerte que la maldad. Campo, avergonzado, pidió disculpas y prometió no volver a sembrar la discordia entre ellos. Los cuatro amigos aprendieron la importancia de la lealtad, la honestidad y la amistad.

Desde ese día, Patito, Laguna, Ana y Campo disfrutaron de grandes aventuras juntos, siempre recordando que la verdadera amistad supera cualquier obstáculo.

FIN.

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