Pato y la mochila mágica del cielo



Había una vez un patito llamado Pato, que tenía un gran sueño: volar por los cielos y conocer el mundo. Sin embargo, su madre le decía que era imposible para un pato volar tan alto.

Un día, Pato estaba caminando por la ciudad cuando vio una tienda de ropa con la imagen de un avión en su letrero. Él se acercó a la ventana y vio que dentro había todo tipo de ropa de aviación.

Entonces, decidió entrar a la tienda. Dentro de la tienda estaba el dueño, Don Ángel, quien lo recibió amablemente. "¡Hola Pato! ¿Qué te trae por aquí?", preguntó Don Ángel. "Quiero comprar algo para poder volar", respondió Pato emocionado.

Don Ángel sonrió y comenzó a mostrarle diferentes prendas de vestir como chaquetas con alas incorporadas y sombreros con hélices en la parte superior. Pero ninguna de ellas parecía ser suficiente para ayudar a Pato a cumplir su sueño.

Entonces Don Ángel tuvo una idea brillante: "Pato, tengo algo especial para ti". Sacó una mochila grande del estante y se la entregó a Pato. "Esto es un paracaídas".

Pato no entendía cómo eso podría ayudarlo a volar más alto pero confiaba en Don Ángel así que aceptó el regalo con gratitud. Con su nueva mochila en la espalda, Pato salió corriendo hacia el campo abierto fuera de la ciudad.

Cuando llegó allí, miró hacia arriba al cielo azul brillante y se emocionó aún más. Rápidamente, Pato se puso su mochila y saltó al aire. Al principio, la fuerza del viento lo empujaba hacia atrás pero luego comenzó a sentir el tirón de su paracaídas.

¡Estaba volando! Pato estaba tan emocionado que no se dio cuenta de que el viento estaba cambiando de dirección. Pronto, se encontró en medio de una tormenta eléctrica peligrosa.

"¡Ayuda! ¡No sé qué hacer!" gritó Pato mientras luchaba por mantenerse a flote. De repente, un pájaro llamado Carlitos apareció en el cielo. "¡Agarra mi pata!", dijo Carlitos extendiendo una de sus garras hacia abajo.

Pato agarró la garra con todas sus fuerzas y juntos volaron fuera de la tormenta y hacia un hermoso arco iris. "Gracias Carlitos", dijo Pato, "no sé cómo te pagaré". "No tienes que pagarme nada", respondió Carlitos amablemente. "Solo recuerda siempre tener cuidado cuando vuelas alto".

Desde ese día en adelante, Pato nunca volvió a subestimar los peligros del vuelo pero tampoco renunció a su sueño de volar por todo el mundo. Aprendió que con la ayuda correcta y mucha precaución puede hacer cualquier cosa que se proponga.

Y así es como Pato aprendió a ser valiente y perseverante para lograr sus sueños gracias a Don Ángel y Carlitos.

FIN.

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