Paula, la oruga que voló alto



Había una vez en un hermoso jardín, una pequeña oruga llamada Paula. Desde muy temprana edad, Paula soñaba con volar alto y conocer el mundo más allá de las hojas verdes en las que vivía.

Pero como oruga, estaba limitada a gatear y comer. Un día soleado, mientras se encontraba saboreando una jugosa hoja de lechuga, Paula escuchó una conversación entre dos mariposas que volaban grácilmente sobre su cabeza.

"- ¡Qué hermosa es la vida de mariposa! Podemos explorar nuevos lugares y disfrutar del viento acariciando nuestras alas", dijo una mariposa azul. "- Sí, definitivamente es algo que todos deberían experimentar. Es increíble cómo hemos cambiado desde nuestra etapa de orugas", respondió la otra mariposa rosa.

Paula quedó fascinada al escuchar esto. Sabía que para cumplir sus sueños debía transformarse en mariposa. Así que decidió trabajar duro y enfrentar todos los desafíos para lograrlo.

Dedicó días enteros a alimentarse adecuadamente y cuidar su capullo con mucho amor. Pasaron semanas hasta que finalmente llegó el momento tan esperado: Paula emergió como una hermosa mariposa colorida.

Llena de emoción y alegría por su nueva apariencia, Paula extendió sus alas multicolores y comenzó a volar por el jardín. Sin embargo, pronto se dio cuenta de los retos que enfrentaría como mariposa. El viento fuerte amenazaba con llevarla lejos del jardín donde había crecido toda su vida.

Además, algunos pájaros hambrientos esperaban ansiosos para atraparla y convertirla en su cena. Paula se sintió desanimada ante estas dificultades, pero recordó sus sueños y metas. Decidió no rendirse y buscar soluciones creativas.

Un día, mientras volaba cerca de un arco iris, Paula vio a una mariposa mayor llamada Mateo. Se acercó a él con timidez y le preguntó:"- ¿Cómo lograste superar los retos que enfrentamos como mariposas?"Mateo sonrió amablemente y respondió: "- Todos enfrentamos dificultades en la vida, querida Paula.

Pero lo importante es nunca perder la esperanza ni dejar de luchar por nuestros sueños". Inspirada por las palabras de Mateo, Paula decidió seguir adelante. Aprendió a volar hábilmente entre las ráfagas de viento sin temor a ser arrastrada lejos del jardín.

También desarrolló estrategias para evadir a los pájaros cazadores. Con el tiempo, Paula se convirtió en una mariposa valiente y decidida.

Su belleza era conocida en todo el jardín y su historia inspiraba a otras orugas que soñaban con convertirse en mariposas. Un día, durante uno de sus vuelos exploratorios, Paula encontró un hermoso campo lleno de flores exóticas. Quedó impresionada por su colorido paisaje y decidió establecerse allí.

En ese lugar mágico, Paula descubrió que podía cumplir todos sus sueños. Conoció nuevos amigos e incluso ayudó a polinización de las flores para que crecieran más hermosas y fuertes. Con el tiempo, Paula se dio cuenta de que había alcanzado todo lo que nunca pensó posible.

Había superado sus miedos y convertido sus sueños en realidad. Y así, la pequeña oruga llamada Paula se convirtió en una mariposa colorida y logró todo lo que siempre soñó.

Su historia demostraba a todos los demás insectos del jardín que, con esfuerzo y determinación, cualquier meta era alcanzable. Desde aquel día, las orugas del jardín comenzaron a creer en sí mismas y nunca dejaron de perseguir sus sueños.

Y cada vez que veían volar a una mariposa colorida como Paula, recordaban que si ella pudo lograrlo, también podían hacerlo ellas.

FIN.

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