Paula, Nala y la lección de amistad


Paula era una niña muy alegre y curiosa. Siempre estaba buscando aventuras en su vecindario. Un día, mientras paseaba con su gata Nala, se encontró con un perro callejero llamado Oreo.

"¡Mira Nala! ¡Hay un perro por aquí!" -exclamó Paula emocionada. Nala maulló como si diera su aprobación y se acercaron al perro. Oreo tenía el pelaje blanco y negro, parecido al famoso postre de galletas que llevaba su nombre.

"Hola amiguito, ¿cómo estás?" -dijo Paula mientras extendía su mano hacia el perro. Oreo olfateó la mano de Paula y le lamió la palma. Parecía ser un buen chico.

"Parece que te gusta mucho mi gatita" -dijo Paula sonriendo mientras acariciaba a Nala"¿Quieres jugar con nosotros?"Oreo movió la cola emocionado y comenzaron a jugar juntos. Corrieron por todo el parque y saltaron sobre los árboles caídos. Todo iba bien hasta que apareció otro perro callejero llamado Maxi.

Maxi era más grande que Oreo y no parecía tener muy buen humor ese día. "¡Cuidado Paula! Ese perro es peligroso" -advirtió uno de los vecinos del parque mientras intentaba ahuyentar a Maxi con una rama de árbol.

Paula agarró a Nala en brazos para protegerla del posible ataque de Maxi, pero Oreo se plantó frente a ellos para defenderlos. Los dos perros comenzaron a gruñirse y a ladrarse el uno al otro. Parecía que iban a pelear.

"¡No, no! ¡Paren chicos!" -dijo Paula con voz temblorosa"¿Por qué no podemos ser amigos todos?"Maxi pareció reflexionar sobre las palabras de Paula y se sentó en el suelo, dejando de gruñirle a Oreo.

"Tienes razón niña, ¿por qué pelear si podemos jugar juntos?" -dijo Maxi mientras movía la cola. Oreo también dejó de gruñir y comenzó a olfatearle el trasero a Maxi. Parecía que habían hecho las paces.

Desde ese día, Oreo se convirtió en amigo inseparable de Paula y Nala. Juntos jugaban en el parque todos los días y nunca más volvieron a tener problemas con otros perros callejeros.

Paula aprendió una gran lección: que la amistad puede superar cualquier barrera o diferencia entre personas (y animales) si se tiene un corazón abierto y amoroso.

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