Pedro y el rey sabio


Había una vez un rey llamado Federico, que gobernaba un hermoso reino llamado Fantasilandia. Aunque el reino era próspero y feliz, el rey quería hacerlo aún mejor y más eficiente en su administración.

Un día, se le ocurrió la brillante idea de buscar a los mejores candidatos para ocupar puestos importantes en el gobierno. Pero no quería elegirlos solo por su inteligencia o habilidades técnicas, sino también por su capacidad de dirección y liderazgo.

El rey convocó a todos los habitantes del reino a una gran asamblea en la plaza central. Miles de personas se reunieron con entusiasmo, esperando escuchar las palabras del rey.

Federico subió al estrado y les habló así: "Queridos súbditos, quiero mejorar nuestro amado reino y necesito de su ayuda. Estoy buscando a aquellos que tengan talento para dirigir y liderar. ¿Quiénes están dispuestos a presentarse como candidatos?"La multitud estaba emocionada pero también un poco asustada.

Un niño llamado Pedro levantó tímidamente la mano y dijo: "Señor Rey, yo quiero ser candidato". Todos lo miraron sorprendidos porque era solo un niño. El rey sonrió y le respondió: "Pedro, me alegra tu valentía.

Pero antes de tomar una decisión definitiva, te daré una prueba para ver si eres capaz de dirigir". Pedro aceptó el desafío sin dudarlo.

El rey le entregó una pequeña caja cerrada con llave y le dijo: "Dentro hay algo muy valioso para el reino. Tendrás que encontrar la manera de abrir la caja sin romperla ni forzarla". Pedro se quedó pensando durante un rato, tratando de resolver el enigma. Pasaron los días y Pedro no encontraba la solución.

Estaba a punto de rendirse cuando decidió pedir ayuda. Se acercó a su amiga Sofía y le contó sobre la prueba que le había dado el rey.

Sofía, una chica muy inteligente, sugirió: "Pedro, ¿has intentado mirar dentro de la caja con un espejo?"Pedro siguió el consejo de Sofía y fue corriendo hacia su casa a buscar un espejo. Al colocarlo frente a la cerradura de la caja, pudo ver qué combinación debía hacer para abrirla.

Lleno de emoción, Pedro regresó al palacio del rey y mostró cómo había resuelto la prueba. El rey estaba impresionado por su ingenio y dijo: "Pedro, has demostrado tener las cualidades necesarias para dirigir. Te nombro mi asesor personal".

A partir de ese día, Pedro trabajó junto al rey Federico para mejorar Fantasilandia. Juntos implementaron nuevas políticas que beneficiaron a todos los habitantes del reino.

La noticia sobre Pedro se extendió rápidamente por todo Fantasilandia y muchos otros jóvenes también quisieron presentarse como candidatos ante el rey. El proceso administrativo del reino cambió por completo gracias al enfoque del rey Federico en buscar líderes capaces e innovadores.

Poco a poco, Fantasilandia se convirtió en uno de los mejores reinos del mundo. La historia de Pedro y el rey Federico se convirtió en una leyenda que inspiraba a los niños del reino.

Cada uno de ellos soñaba con ser como Pedro, valiente y dispuesto a dirigir para hacer un mundo mejor. Y así, gracias al elemento de dirección en el proceso administrativo, el rey Federico logró transformar su reino y enseñó a todos que la capacidad de liderazgo está dentro de cada uno, sin importar su edad o apariencia.

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