Pedro y Juan en la aventura nocturna

Había una vez en un pueblo encantador, dos amigos llamados Pedro y Juan. Les encantaba pasear por el bosque durante las noches, cuando la luna brillaba en lo alto y las estrellas decoraban el cielo como pequeñas lucecitas mágicas.

Pedro y Juan se adentraban en el bosque con sus linternas, emocionados por descubrir los misterios que la oscuridad guardaba. Un día, mientras caminaban entre los árboles centenarios, escucharon un ruido extraño.

"¿Escuchaste eso, Pedro?", preguntó Juan con un dejo de temor en su voz. "Sí, suena como un susurro", respondió Pedro asombrado. Decidieron seguir el sonido y encontraron a un búho herido. Sin pensarlo dos veces, los amigos decidieron llevarlo a casa para cuidarlo.

Con amor y paciencia, lograron curar al búho y se convirtieron en sus amigos. El búho, agradecido, les contó secretos sobre el bosque y les enseñó la importancia de cuidar y respetar a la naturaleza.

A partir de ese día, Pedro y Juan visitaban al búho regularmente, aprendiendo sobre las plantas, animales y estrellas. Su amistad con el búho los hizo apreciar aún más la magia del bosque durante las noches, convirtiendo sus paseos en aventuras inolvidables.