Pedro y la granja escolar



Pedro era un niño muy juicioso que asistía a la institución educativa Agrotécnico Mixto de Belén de los Andaquíes en el Caquetá. Desde pequeño mostraba un gran interés por la naturaleza y los animales, por lo que siempre estaba emocionado por asistir a la granja escolar.

Un día, el profesor Martín les propuso a los estudiantes llevar a cabo un proyecto en la granja escolar. -¡Hola chicos! Hoy vamos a implementar un huerto escolar. Quiero que cada uno elija una planta que le gustaría cultivar y se encargue de cuidarla y hacer un seguimiento de su crecimiento.

Pedro, emocionado, eligió cultivar zanahorias. -¡Profesor Martín, yo quiero sembrar zanahorias! Me encanta su color naranja brillante.

Los días pasaron y Pedro se encargó con mucho cuidado de sembrar las semillas, regarlas y asegurarse de que recibieran la luz del sol necesaria. Con el tiempo, las zanahorias comenzaron a crecer y a desarrollarse. Pedro estaba emocionado por ver el fruto de su esfuerzo. -¡Miren, profesor Martín, mis zanahorias están creciendo muy bien!

El profesor Martín y sus compañeros de clase se acercaron para ver las zanahorias. -¡Realmente lo has hecho muy bien, Pedro! Estás demostrando ser un excelente agricultor. Este es un gran ejemplo de cómo con esfuerzo y dedicación, podemos lograr grandes cosas.

La granja escolar se convirtió en un lugar donde todos los estudiantes aprendieron el valor del trabajo en equipo, la responsabilidad y el cuidado del medio ambiente. Pedro se sintió orgulloso de su proyecto y aprendió que con esfuerzo y constancia, podía lograr cualquier cosa.

Desde ese día, Pedro siguió involucrado en actividades relacionadas con el cuidado de la naturaleza y los animales, convirtiéndose en un ejemplo para sus compañeros. Su historia inspiró a muchos a seguir su ejemplo y a cuidar el medio ambiente con cariño y dedicación.

FIN.

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