Pedro y la lección de amabilidad



En una pequeña ciudad llamada Villa Feliz vivía un niño llamado Pedro. Pedro era un niño muy inteligente y divertido, pero tenía una costumbre que a veces molestaba a los demás: nunca saludaba cuando llegaba al colegio Casa.

Todos los días, al llegar a la escuela, Pedro pasaba de largo sin decir "¡Hola!" o "¡Buenos días!" como lo hacían todos los demás niños.

Esto comenzó a molestar a sus compañeros y maestros, quienes se sentían ignorados por Pedro. Un día, la maestra Rosa decidió hablar con Pedro después de clases. "Pedro, ¿por qué nunca saludas cuando llegas al colegio Casa? Es importante ser amable y respetuoso con los demás", le dijo la maestra.

Pedro se puso un poco nervioso, pero decidió contarle a la maestra la razón por la que no saludaba. "Es que en mi casa siempre estamos apurados por las mañanas y mis papás nunca tienen tiempo para decirme "buenos días".

Así que me acostumbré a no saludar", explicó Pedro con tristeza. La maestra Rosa entendió la situación de Pedro y decidió ayudarlo.

"Pedro, es importante recordar que cada persona es diferente y podemos cambiar nuestras acciones si nos proponemos hacerlo. ¿Qué te parece si empezamos mañana mismo practicando el saludo todas las mañanas?" sugirió la maestra con una sonrisa. Pedro asintió con entusiasmo y al día siguiente llegó temprano al colegio Casa.

Cuando vio a sus compañeros y maestros, respiró profundo y con una gran sonrisa les dijo:"¡Buenos días! ¡Qué lindo día para aprender juntos!"Todos quedaron sorprendidos por el cambio en el comportamiento de Pedro.

Desde ese día, Pedro se convirtió en uno de los niños más amables del colegio Casa. Saludaba todas las mañanas con alegría y cortesía, demostrando que siempre hay oportunidad para mejorar y ser mejores personas.

Gracias al apoyo de su maestra Rosa y sus compañeros, Pedro aprendió la importancia de ser amable y respetuoso con los demás. Y así, Villa Feliz se llenó de saludos cordiales todas las mañanas en el colegio Casa.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!