Pedro y Nico en busca del Tomate Gigante



Había una vez un camión llamado Pedro, que era muy especial. No solo podía conducir por las carreteras, ¡también podía volar! Pedro siempre estaba buscando aventuras y le encantaba viajar a lugares nuevos.

Un día, mientras volaba sobre un campo de tomates, Pedro vio el tomate más grande y rojo que había visto en su vida. Sabía que tenía que tenerlo para él. Así que descendió rápidamente hacia el campo para agarrar el tomate.

Pero cuando llegó abajo, se dio cuenta de algo terrible: los agricultores del campo habían puesto una cerca alrededor del campo de tomates para protegerlos. "¡Oh no!" dijo Pedro.

"¿Cómo voy a conseguir mi tomate ahora?"Justo en ese momento, apareció un pequeño ratón llamado Nico. "Hola amigo", dijo Nico al ver a Pedro preocupado.

"¿Puedo ayudarte en algo?"Pedro explicó su problema y Nico tuvo una idea brillante: "Podemos construir un puente sobre la cerca para llegar al otro lado". Y así lo hicieron.

Cuando finalmente llegaron al otro lado de la cerca, se dieron cuenta de que había aún más problemas por enfrentar: ¡el granjero había puesto trampas para ratones! Nico sabía cómo evitarlas y juntos lograron esquivar todas las trampas hasta llegar al gran tomate rojo. "¡Lo hicimos!" gritó Pedro emocionado mientras sostenía el enorme fruto en sus brazos.

De vuelta en casa con su preciado tesoro, Pedro pensó en todo lo que aprendió ese día: nunca rendirse ante los obstáculos y siempre pedir ayuda cuando la necesites. Desde entonces, Pedro y Nico se convirtieron en los mejores amigos y compañeros de aventuras.

Y siempre que necesitaban ayuda, sabían que podían contar el uno con el otro.

FIN.

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