Pedro y su primer saludo



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Saludo, un niño llamado Pedro que nunca saludaba a nadie.

Siempre que pasaba por la calle y alguien le decía "¡Hola!" o "¡Buenos días!", él simplemente seguía caminando sin siquiera levantar la mirada. Los vecinos de Villa Saludo se preguntaban qué le pasaba a Pedro y por qué era tan grosero con todos.

Un día, la maestra de la escuela organizó un concurso de dibujo en el que todos los niños del pueblo podían participar. El premio era una gran caja llena de lápices de colores y cuadernos nuevos.

Todos estaban emocionados, menos Pedro, quien no quería participar porque pensaba que no tenía talento para el dibujo. Sin embargo, su mejor amiga Sofía lo convenció de intentarlo. Durante toda la semana, Pedro se esforzó en hacer su mejor dibujo. Se concentró tanto que ni siquiera notó cuando alguien le saludaba por la calle.

Finalmente, llegó el día del concurso y todos los niños presentaron sus obras ante un jurado muy especial: los abuelitos del pueblo.

Cuando llegó el turno de Pedro, todos quedaron asombrados al ver su dibujo: era un paisaje hermoso que representaba a Villa Saludo en todo su esplendor. "¡Es increíble, Pedro! ¡Nunca imaginamos que tenías tanto talento!", exclamó Sofía sorprendida. —"Gracias" , respondió tímidamente Pedro, sintiéndose orgulloso de sí mismo por primera vez.

Los abuelitos no dudaron en otorgarle el primer premio a Pedro, quien finalmente entendió la importancia de mostrar gratitud y ser amable con los demás.

Desde ese día, Pedro comenzó a saludar a todos en Villa Saludo con una sonrisa en el rostro y se convirtió en uno de los niños más queridos del pueblo. Y colorín colorado este cuento ha enseñado que siempre es importante ser amable y mostrar gratitud hacia los demás, ya que un simple gesto puede cambiarlo todo.

FIN.

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