Peidei aprende la lección del trabajo en equipo



Había una vez un pequeño perro llamado Peidei. Era un cachorro muy juguetón y travieso que amaba correr por el parque y jugar con sus amigos perrunos.

Un día, mientras Peidei estaba jugando con sus amigos en el parque, comenzó a llover de repente. Todos los demás perros se fueron corriendo a refugiarse debajo de los árboles o en las casetas del parque, pero Peidei seguía corriendo y saltando bajo la lluvia.

"-Peidei, ¿no tienes frío?", preguntó su amiga Lola. "-No tengo frío", respondió Peidei riendo mientras sacudía su pelaje mojado. Pero después de un rato, la lluvia se intensificó y Peidei comenzó a sentirse incómodo.

Sus patas estaban empapadas y su pelaje ya no lo protegía del agua fría. Decidió regresar a casa para secarse, pero al llegar allí se dio cuenta de que había dejado las llaves adentro. No podía entrar a su hogar hasta que alguien le abriera la puerta.

Desesperado por encontrar una solución, comenzó a buscar ayuda entre sus vecinos. Primero fue a la casa del señor Gutiérrez, pero nadie respondió cuando tocó el timbre.

Luego fue a la casa de la señora Martínez, pero ella estaba ocupada cocinando y no pudo ayudarlo. Finalmente llegó a la casa del señor González, quien abrió la puerta al escucharlo ladrar desesperadamente. "-¡Hola Peidei! ¿Qué haces aquí afuera bajo la lluvia?", preguntó el señor González.

"-No puedo entrar a mi casa porque dejé las llaves adentro", respondió Peidei tristemente. El señor González se apiadó de él y decidió ayudarlo. Le abrió la puerta de su casa y lo secó con una toalla caliente.

Mientras tanto, le ofreció un plato de comida y agua para que se sintiera mejor.

Peidei estaba muy agradecido por la ayuda del señor González y aprendió una valiosa lección ese día: nunca debía subestimar el poder del trabajo en equipo y siempre debía pedir ayuda cuando necesitara algo.

Desde ese día, Peidei se aseguró de llevar sus llaves consigo cada vez que salía de su casa, pero si alguna vez volvía a encontrarse en una situación difícil, sabía que podía contar con la ayuda de sus amigos vecinos.

FIN.

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