Pepa la cachorra juguetona



En un pequeño pueblo rodeado de hermosos campos verdes vivía Pepa, una cachorrita muy juguetona y traviesa. Pepa siempre estaba llena de energía y no paraba quieta ni un segundo. Jugaba con todo lo que encontraba a su paso, desde ramas hasta piedras, y siempre lograba sacar una sonrisa a quienes la veían.

Un día, Pepa decidió explorar un poco más allá del pueblo. Se adentró en el bosque y descubrió un mundo lleno de nuevos olores, sonidos y aventuras. Empezó a correr entre los árboles, saltando sobre hojas secas y persiguiendo mariposas. Estaba tan emocionada que no se dio cuenta de que se había alejado mucho.

- Pepa, Pepa, ¿dónde estás? -gritaba su mamá preocupada mientras la buscaba por todo el pueblo. Todos se unieron para encontrar a la pequeña cachorra, pero no había rastro de ella.

Pepa, por su parte, seguía explorando el bosque, fascinada por todo lo que veía a su alrededor. De repente, escuchó un ruido extraño. Era un pajarito atrapado entre las ramas de un árbol. Sin dudarlo, Pepa se acercó y con mucho cuidado logró liberarlo. El pajarito, feliz y agradecido, le dijo que si alguna vez necesitaba ayuda, él estaría allí para ella.

- Gracias, Pepa, has sido muy valiente y generosa -dijo el pajarito antes de emprender el vuelo.

Pepa siguió su camino de regreso al pueblo, donde todos la esperaban con ansias. Había aprendido que su espíritu juguetón y curioso podía llevarla a grandes aventuras, pero que también era importante recordar el camino de vuelta a casa. Desde ese día, Pepa se convirtió en la guardiana del bosque, siempre dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaran.

FIN.

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