Pepa y Lila


Había una vez en un hermoso jardín, una pequeña tortuga llamada Pepa. A diferencia de las demás tortugas, Pepa tenía un problema: no sabía nadar.

Cada vez que intentaba meterse al agua, se hundía y tenía que ser rescatada por alguno de sus amigos. Un día, mientras los demás animales jugaban felices en el estanque del jardín, Pepa se quedó sola y triste en la orilla.

De repente escuchó una voz que venía desde el otro lado del jardín:- ¡Hola! ¿Quién eres tú? Era Lila, una abeja muy curiosa que había notado la tristeza de Pepa. - Soy Pepa -respondió con timidez-. No sé nadar y me siento muy mal porque todos mis amigos pueden hacerlo.

- Ahh... ya entiendo -dijo Lila-. Pero no te preocupes, siempre hay alguna manera de superar nuestros miedos o limitaciones. Pepa miró a su nueva amiga con sorpresa e interés.

- ¿Cómo puedo hacer para aprender a nadar? - preguntó con ilusiónLila sonrió y le dijo:- Primero debemos empezar por lo básico; necesitas confiar en ti misma y tener paciencia. Yo te ayudare enseñándote algunas técnicas para flotar sin problemas.

Y así fue como comenzaron las clases de natación entre la pequeña tortuga y la astuta abeja.

Al principio todo parecía difícil ya que cada vez que intentaba meterse al agua su miedo volvía a aparecer pero poco a poco fue tomando confianza gracias al apoyo y paciencia de Lila. Un día, Pepa decidió poner en práctica todo lo aprendido.

Se sumergió lentamente al agua y para su sorpresa ¡flotaba sin ningún problema! Luego comenzó a mover sus patas con más fuerza, logrando desplazarse por el estanque sin ayuda de nadie. - ¡Lo logré! -exclamó Pepa emocionada al salir del agua-. Gracias por ayudarme Lila, no sé qué hubiera hecho sin ti.

- De nada amiga, siempre estaré aquí para ayudarte en lo que necesites -respondió la abeja con una sonrisa. A partir de ese día, Pepa se convirtió en la tortuga más feliz y aventurera del jardín.

Ya no tenía miedo de meterse al agua y disfrutaba cada vez que podía nadar junto a sus amigos. Y así fue como aprendió que siempre hay una manera de superar nuestros miedos o limitaciones si tenemos confianza en nosotros mismos y contamos con el apoyo de los demás.

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