Pepe, el Lorito Aventurero
Había una vez un lorito llamado Pepe que vivía en la casa de una niña llamada Lila. Pepe era un lorito muy divertido y curioso, lleno de energía y de ganas de volar. Un día, mientras Lila estaba en la escuela, Pepe logró abrir la puerta de su jaula con su pico.
"- ¡Libertad! ¡Por fin soy libre! - exclamó Pepe mientras volaba por la ventana.
Afuera, el mundo se veía inmenso y lleno de colores. Pepe voló alto, disfrutando del viento en sus alas y de la sensación de volar. Sin embargo, después de un rato, se dio cuenta de que no sabía cómo volver a casa.
"- ¿Dónde está mi jaula? - se preguntó Pepe, sintiéndose un poco asustado. Pero decidió que era el momento de explorar y comenzó a aventurarse por un hermoso campito.
Pasaron los días, y Pepe se divertía conociendo nuevos amigos en el campo; conoció a una ardilla llamada Rulo y a un patito llamado Pipo.
"- ¡Hola, Pepe! - saludó Rulo mientras recogía nueces. - ¿Te gustaría jugar con nosotros?"- ¡Sí! - dijo Pepe emocionado, y juntos corrieron y saltaron, compartiendo risas y juegos. Pero a pesar de la diversión, Pepe no podía dejar de pensar en Lila.
"- La extraño - confesó un día a sus nuevos amigos. - Me pregunto si estará buscando.
"- Tal vez deberías volver - sugirió Pipo, el patito. - Nos encantó tenerte aquí, pero tus cosas están en casa.
Pepe se sintió triste. No quería dejar a sus nuevos amigos, pero también sabía que Lila debía estar preocupada. Esa noche, en la oscuridad del campito, Pepe tomó una decisión.
"- Mañana volveré a casa, aunque me dé miedo - se dijo a sí mismo.
Al día siguiente, Pepe se despidió de Rulo y Pipo.
"- No te olvides de nosotros, Pepe - dijo Rulo con una lágrima en el ojo.
"- ¡Nunca! Además, siempre seré su amigo - prometió Pepe y emprendió su vuelo.
Mientras volaba de regreso, el camino le pareció más largo. Recordó momentos felices con Lila, como cuando ella le enseñaba a hablar.
"- ¡Pepe, ven aquí! - lo llamaba Lila con su dulce voz.
Después de horas volando, finalmente avistó su casa y el corazón le dio un vuelco. Cuando se posó en la ventana de Lila, ésta se sorprendió.
"- ¡Pepe! - gritó con alegría. - ¡Te estaba buscando por todos lados!"- Lo siento, Lila - dijo Pepe, mientras ella abría la ventana. - Me escapé y quise ver el mundo, pero descubrí que lo más importante estaba contigo.
Lila abrazó a Pepe, y ambos sintieron que el amor podía superar cualquier aventura. Desde ese día, Lila se aseguró de que Pepe siempre tuviera un lugar seguro y, juntos, compartieron un sinfín de nuevas aventuras, pero esta vez, siempre de la mano.
Y así, Pepe aprendió que aunque la libertad es maravillosa, el verdadero hogar es el lugar donde se encuentra el amor.
FIN.