Pepe y la noche valiente



Había una vez en un bosque encantado, un pequeño búho llamado Pepe. Pepe era diferente a los demás búhos, ya que le tenía miedo a la noche.

Le asustaba no poder ver claramente en la oscuridad y todos los ruidos desconocidos que escuchaba. Cada noche, Pepe se escondía en su nido temblando de miedo, deseando que amaneciera pronto para sentirse seguro otra vez.

Sus amigos búhos intentaban animarlo y llevarlo de paseo por el bosque durante el día, pero nada parecía calmar sus temores. Un día, mientras volaba por el bosque, Pepe escuchó risas y música provenientes de un claro. Se acercó con curiosidad y descubrió que era una fiesta organizada por otros animales del bosque.

Al principio se sintió nervioso, pero al ver lo felices que estaban todos bailando y riendo bajo la luz de las estrellas, algo dentro de él cambió.

"¡Hola! ¿Por qué estás tan triste?", preguntó un conejo saltarín acercándose a Pepe. "Soy Pepe, el búho. Tengo mucho miedo de la noche y de los ruidos extraños", respondió Pepe con voz temblorosa. El conejo sonrió comprensivamente y le tendió una pata a Pepe: "Ven, únete a nosotros.

Aquí no hay espacio para el miedo, solo para la alegría y la diversión". Pepe dudó al principio, pero finalmente decidió darle una oportunidad a aquella fiesta tan especial.

Bailó con mariposas coloridas, cantó junto a grillos melodiosos e incluso probó deliciosas bayas preparadas por ardillas amigables. Conforme pasaban las horas, Pepe se dio cuenta de que su miedo estaba desapareciendo poco a poco. La magia de aquella fiesta lo envolvía como una cálida brisa nocturna.

Cuando llegó el momento de regresar a su nido, ya no sentía ese terror paralizante que solía invadirlo al caer la noche. Al día siguiente, Pepe despertó con renovada confianza gracias a la experiencia vivida en la fiesta.

Desde entonces, cada noche salía volando con valentía en busca de nuevas aventuras bajo las estrellas. Ya no le asustaban los ruidos ni la oscuridad; había descubierto que siempre habría momentos brillantes incluso en las noches más oscuras.

Y así fue como el pequeño búho llamado Pepe superó sus miedos gracias al poder transformador de la amistad y la diversión compartida en aquella inolvidable fiesta en el bosque encantado.

FIN.

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