Pepe y la recuperación del río

Había una vez un perro llamado Pepe que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosas flores y árboles frutales. A Pepe le encantaba jugar con los niños del pueblo y siempre se divertían juntos.

Un día, mientras jugaban cerca del río, los niños notaron que el agua estaba muy sucia y contaminada. Se pusieron tristes al ver cómo la naturaleza estaba siendo dañada por la falta de cuidado de algunas personas.

Pepe, al ver a los niños tan desanimados, decidió hacer algo para ayudar. Recordó las palabras de su abuelo: "La imaginación es el mejor recurso que tenemos".

Así que les propuso a los niños usar su imaginación para encontrar una solución al problema del río contaminado. "¿Cómo podemos limpiar el agua del río?", preguntó Pepe a los niños. Los niños pensaron en diferentes ideas pero ninguna parecía funcionar.

Fue entonces cuando uno de ellos sugirió:"Podríamos plantar más árboles y flores cerca del río para filtrar el agua". Pepe se emocionó con la idea y juntos decidieron ponerla en práctica. Los niños buscaron semillas y plantaron árboles y flores cerca del río.

También construyeron pequeñas barreras naturales con ramas para evitar que la basura llegara al agua. Poco a poco, gracias al trabajo conjunto de Pepe, los niños y la naturaleza, el agua comenzó a ser más limpia.

Los peces volvieron a nadar en él y las aves regresaron a beber agua fresca. Los habitantes del pueblo estaban sorprendidos por el cambio que habían logrado los niños y Pepe. La noticia se extendió a pueblos cercanos y muchas personas comenzaron a imitar lo que ellos habían hecho.

Pepe, orgulloso de su equipo, les dijo:"Nunca subestimen el poder de la imaginación y el trabajo en equipo. Siempre hay una solución para los problemas si trabajamos juntos".

Desde ese día, Pepe perro niños agua flores imaginación se convirtió en un lema del pueblo y todos aprendieron la importancia de cuidar la naturaleza y trabajar juntos para protegerla.