Pepita, la perra aventurera


Había una vez dos niños llamados Martín y Sofía. Ellos siempre se divertían juntos, pero un día se dieron cuenta de que querían algo más emocionante para hacer.

Fue entonces cuando vieron a la perra Pepita jugando en el parque. "¡Miren esa perra tan linda!", dijo Sofía. "Deberíamos jugar con ella", respondió Martín. Los dos niños corrieron hacia Pepita y comenzaron a jugar con ella.

La perra era muy amigable y pronto se convirtió en su nueva mejor amiga. Pasaron los días y los tres amigos pasaban horas jugando juntos en el parque. Pero un día, mientras estaban jugando a la pelota, Pepita desapareció repentinamente. "¿Dónde está Pepita?", preguntó Sofía preocupada.

"No lo sé", respondió Martín, "pero tenemos que encontrarla". Los dos niños comenzaron a buscar por todo el parque, pero no pudieron encontrar a su amiga peluda. Fue entonces cuando escucharon un ruido extraño proveniente del bosque cercano.

Decidieron investigar y encontraron a Pepita atrapada en una trampa para animales. "Oh no, ¡tenemos que salvarla!", exclamó Sofía. Martín rápidamente sacó sus herramientas de rescate y logró liberar a Pepita de la trampa.

La perra estaba asustada, pero feliz de estar libre otra vez gracias a sus amigos humanos. Desde ese día en adelante, los tres amigos nunca volvieron a separarse.

Jugaban juntos todos los días y siempre mantenían un ojo atento para asegurarse de que nadie más caería en una trampa peligrosa. La historia de Pepita y los dos niños enseña la importancia de la amistad, el trabajo en equipo y ayudar a aquellos que necesitan ayuda.

Y aunque puede haber algunas dificultades en el camino, siempre es mejor tener amigos a nuestro lado para superar cualquier obstáculo.

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