Pepito y la salvación de Calabazalandia
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Calabazalandia, donde todos los habitantes eran calabazas. En este lugar, Halloween era la fiesta más importante del año, pero este año algo extraño estaba sucediendo.
Las brujas malvadas habían lanzado un hechizo para arruinar la celebración y convertir todo en un desastre. En medio de la confusión y el miedo, apareció un valiente niño calabaza llamado Pepito.
A pesar de ser muy pequeño, tenía un corazón tan grande como su sonrisa y una determinación inquebrantable. Decidió que él sería el héroe que salvaría Halloween y a su amado pueblo. Pepito se puso en marcha hacia el bosque encantado donde vivían las brujas malvadas.
Con cada paso que daba, sentía cómo crecía su valentía y su confianza en sí mismo. Finalmente llegó al oscuro y tenebroso bosque, donde las brujas lo estaban esperando.
"¿Qué hace aquí esta pequeña calabaza?", dijo la bruja líder con voz burlona. "Vengo a detener tus planes malignos y salvar Halloween", respondió Pepito con determinación. Las brujas rieron con malicia ante la valentía del pequeño Pepito, pero él no se amilanó.
Sacó de su bolsillo una varita mágica que le había regalado el hada madrina del pueblo y comenzó a recitar un conjuro antiguo lleno de luz y bondad. De repente, el cielo se iluminó con destellos brillantes y arcoíris de colores bailaron alrededor de las brujas malvadas.
El hechizo de Pepito era tan poderoso que las brujas comenzaron a transformarse en hadas buenas llenas de amor y paz.
La bruja líder se acercó a Pepito con lágrimas en los ojos y le dijo: "Pequeña calabaza, has demostrado que el valor y la bondad siempre triunfan sobre la maldad. Gracias por mostrarnos el camino hacia la redención".
El bosque encantado se llenó de risas felices mientras todas las hadas buenas trabajaban juntas para reparar los daños causados por los hechizos malignos. La noticia sobre la valentía de Pepito se extendió rápidamente por todo Calabazalandia, convirtiéndolo en un verdadero héroe para todos sus habitantes.
Desde ese día en adelante, Halloween volvió a ser una fiesta llena de alegría, colorido y magia positiva gracias al coraje del pequeño niño calabaza que nunca perdió la fe en sí mismo ni en los demás.
FIN.