Pepito y las semillas mágicas



Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Pepito que adoraba la naturaleza. Un día, un anciano sabio le regaló unas semillas mágicas y le dijo que si las cuidaba con esmero, algo maravilloso sucedería.

Pepito emocionado, corrió a su casa y preparó un lugar especial en su jardín para sembrar las semillas. Todos los días, Pepito regaba las semillas, les cantaba y les hablaba con cariño.

Con cada amanecer, Pepito se levantaba emocionado para ver si las semillas habían crecido. Pasaron los días y las semanas, y Pepito cuidaba con esmero sus semillas mágicas. Finalmente, un hermoso jardín de flores y frutas apareció ante sus ojos. Pepito estaba maravillado con el resultado de su esfuerzo y responsabilidad.

Aprendió que la constancia y el cuidado traen frutos maravillosos, y desde entonces siempre cuidó con amor todo lo que emprendió.

FIN.

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