Perdida en el parque
Mala ondina era una niña muy inquieta y siempre estaba buscando aventuras nuevas. Un día, sus padres la llevaron a la plaza para que pudiera jugar y correr al aire libre.
Mientras jugaba en el parque, vio a un grupo de niños corriendo hacia otra parte de la plaza. Mala Ondina se emocionó mucho al verlos correr tan rápido y decidió seguirlos sin decirle nada a sus padres.
Corrió tras ellos por un rato, pero pronto perdió de vista al grupo de niños y no sabía cómo volver con su familia. Se sintió sola y asustada. Empezó a llorar desconsoladamente mientras buscaba desesperadamente a sus padres entre las personas que estaban allí.
-¡Mamá! ¡Papá! -gritaba Mala Ondina mientras corría por toda la plaza- ¿Dónde están? Después de buscar durante varios minutos, finalmente vio a sus padres en la distancia. Corrió hacia ellos lo más rápido que pudo, abrazándolos fuerte cuando finalmente llegó hasta donde estaban.
-¿Qué pasó? ¿Por qué te fuiste? -preguntaron sus preocupados padres. -Me perdí tratando de seguir a los otros niños -respondió Mala Ondina con lágrimas en los ojos-. Me asusté mucho porque no sabía dónde estaban ustedes.
Sus padres comprendieron su miedo y quisieron hacer algo para ayudarla. Decidieron llevarla a tomar un helado para calmarla después del susto que había pasado.
Mientras comían el helado juntos, los papás hablaron con Mala Ondina sobre la importancia de no alejarse demasiado sin avisar. Le explicaron que, aunque quería tener aventuras y explorar el mundo, debía hacerlo con precaución y siempre estar cerca de ellos.
Mala Ondina entendió lo importante que era mantenerse segura y seguir las reglas para protegerse a sí misma. A partir de ese día, se prometió ser más cuidadosa al jugar en lugares públicos. De esta manera, Mala Ondina aprendió una lección valiosa sobre la seguridad y cómo actuar en caso de emergencia.
Y aunque había tenido un susto muy grande, estaba feliz porque había aprendido algo nuevo junto a sus padres mientras disfrutaba su delicioso helado juntos en familia.
FIN.