Perrita en el parque



Renata era una perrita muy juguetona y siempre estaba buscando algo divertido para hacer. Un día, mientras daba un paseo por el parque, vio a Valentina sentada en un banco con una pelota en la mano.

"¡Hola! ¿Quieres jugar conmigo?", dijo Renata moviendo su cola emocionada. Valentina sonrió y lanzó la pelota. Renata corrió detrás de ella y la trajo de vuelta, dejándola caer a los pies de Valentina.

"¡Eres muy buena jugando!", exclamó Valentina acariciando a Renata. "¿Quieres jugar más?"Renata asintió con entusiasmo y siguieron jugando juntas durante horas. Pero cuando se hizo tarde, Valentina tuvo que irse a casa. "Lo siento Renata, tengo que irme ahora", dijo Valentina levantándose del banco.

"No te preocupes, ¡lo pasé genial contigo!", respondió Renata lamiendo la cara de Valentina. Mientras caminaban hacia casa, Matilda las observaba desde lejos. Matilda era una mujer mayor que vivía sola en una casa cerca del parque.

A menudo se dedicaba a atrapar moscas para mantener su hogar limpio y ordenado. Pero esa noche, cuando Matilda comenzó su tarea habitual de cazar moscas, notó algo extraño: todas las moscas parecían estar desapareciendo antes de que pudiera atraparlas.

Se preguntó si alguien había estado allí antes que ella y había eliminado todas las moscas del área. Al día siguiente, mientras paseaba por el parque otra vez con Renata al lado suyo, Valentina se acercó a Matilda.

"¿Cómo estás, Matilda?", preguntó Valentina con una sonrisa. "Estoy bien, gracias por preguntar", respondió Matilda. "Pero ayer cuando estaba cazando moscas, todas parecían haber desaparecido". Renata ladró emocionada y comenzó a correr hacia un árbol cercano.

Cuando llegaron allí, vieron que había un nido de pájaros y los pequeños pajaritos estaban comiendo todas las moscas que podían encontrar. "¡Oh, mira!", exclamó Valentina señalando el nido. "Es por eso que no hay moscas aquí".

Matilda sonrió asombrada y dijo: "Nunca me di cuenta de eso antes. Gracias por mostrarme esto".

Desde ese día en adelante, Renata, Valentina y Matilda se hicieron buenos amigos y pasaban tiempo juntos jugando en el parque mientras aprendían cosas nuevas sobre la naturaleza. Y aunque Renata ya no perseguía pelotas todo el tiempo, ahora sabía lo importante que era aprender cosas nuevas cada día.

FIN.

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