Perrito y el gato en el bosque de las sorpresas



En un bosque encantado, vivían Perrito y el gato, dos amigos muy traviesos que siempre buscaban la forma de divertirse. Un día, decidieron jugar a las escondidas en el bosque.

Perrito, lleno de energía, buscaba a un gato que se escondía ágilmente entre los árboles y las hojas. - ¡Gato, gato, donde estás! No te voy a encontrar tan fácilmente! - gritaba Perrito mientras olfateaba el suelo y husmeaba por todos lados.

Mientras tanto, el gato, con su sigilosa astucia, se escondía detrás de las rocas y acechaba a su amigo Perrito.

El juego duró un buen rato, Perrito corría de un lado a otro, investigando cada rincón, mientras el gato saltaba de un escondite a otro, siempre un paso adelante. De repente, Perrito oyó un ruido extraño. - ¿Qué será ese sonido? - se preguntó, sorprendido. Decidió seguir el sonido en lugar de buscar al gato.

Para su asombro, descubrió que el ruido provenía de un pajarito atrapado entre las ramas de un arbusto. Sin dudarlo, Perrito ayudó al pajarito a liberarse. El pajarito, agradecido, comenzó a cantar dulcemente. Mientras tanto, el gato había observado todo desde su escondite, impresionado por la nobleza de su amigo Perrito.

Decidió salir de su escondite y felicitar a Perrito. - ¡Perrito, qué valiente y generoso eres! - exclamó el gato, emocionado. Perrito, sonriendo, respondió: - Gracias, gato. Siempre es bueno ayudar a quien lo necesita.

Los dos amigos se abrazaron y continuaron su jornada en el bosque, aprendiendo que, más allá de la diversión, la verdadera amistad y la generosidad son los mejores tesoros que se pueden hallar.

Desde ese día, Perrito y el gato jugaron a las escondidas de una forma distinta: buscando sorpresas y ayudando a otros. Y así, su amistad se fortaleció más que nunca.

FIN.

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