Perry el Ornitorrinco y la Aventura en la Selva



Había una vez un ornitorrinco llamado Perry que vivía con su dueño Braison en un pequeño pueblo cercano a la selva. Perry era un ornitorrinco curioso y juguetón, siempre listo para explorar y descubrir cosas nuevas.

Una mañana, Braison decidió que era hora de una gran aventura y se dirigió a la selva que estaba justo al lado de su hogar.

"¡Vamos, Perry! Este será un día inolvidable!" - exclamó Braison, emocionado.

"¡Quack!" - respondió Perry, mientras saltaba con alegría.

Sin embargo, cuando llegaron a la selva, las cosas se complicaron. Mientras Braison se adentraba en la espesura, comenzó a trepar un árbol, pero se resbaló y quedó atrapado entre unas ramas enredadas.

"¡Oh no! ¿Qué voy a hacer? !" - gritó Braison, tratando de liberarse. Pero las ramas estaban demasiado ajustadas.

Perry, al ver que su dueño estaba en problemas, se quedó en el suelo, pensando cómo podía ayudar. De pronto, una ardilla llamada Lila se acercó.

"¿Qué pasa, pequeño ornitorrinco?" - le preguntó Lila, al notar la preocupación en el rostro de Perry.

"¡Mi dueño está atrapado! Tengo que ayudarlo!" - respondió Perry, con un tono de voz angustiado.

"No te preocupes, yo te ayudaré" - dijo Lila con determinación.

Juntos, se acercaron al árbol y Lila empezó a buscar una forma de liberar a Braison.

"¡Braison! ¡Estoy aquí! ¡No te preocupes, vendremos a rescatarte!" - gritó Perry.

"¡Gracias, Perry! ¡Pero ten cuidado!" - respondió Braison, tratando de mantener la calma.

Lila, que era muy astuta, recordó que sus amigos los pájaros a menudo hacían equipos para ayudar en situaciones difíciles.

"¡Esperen aquí! Volveré en un momento" - dijo Lila antes de correr hacia el bosque.

Perry sentía que debía hacer algo, así que decidió buscar a otros animales para ayudar. Encontró a un jugoso tucán llamado Tico, y le explicó la situación.

"Por supuesto que ayudaré, ¡los pájaros también somos fuertes!" - dijo Tico, preparado para volar a la cima del árbol.

En poco tiempo, Lila volvió con Tico y otros amigos, incluidos un grupo de coloridos loros y un ingenioso mono llamado Max.

"¡Vamos a trabajar en equipo!" - dijo Tico.

Mientras los pájaros volaban alrededor, distraían a Braison para que no se preocupara demasiado. Max, por su parte, empezó a buscar una forma de liberar a Braison, sugiriendo que intentara inclinarse un poco hacia un lado.

"¡Intenta hacer fuerza, Braison! ¡Todos estamos aquí para ayudarte!" - animó Perry.

Con el apoyo de sus amigos, Braison logró liberarse un poco, pero seguía atascado.

"¡Tengo una idea! Vamos a atar una larga cuerda con una liana para que pueda sujetarse y hacer fuerza para liberarse!" - propuso Lila.

Todos se pusieron manos a la obra y, usando todo su ingenio, ataron la liana a un robusto árbol cercano. Cuando Braison se sujetó a la cuerda, comenzaron a tirar todos juntos.

"¡Uno, dos, tres! ¡FUERZA!" - gritaron mientras tiraban a la vez.

Finalmente, con un fuerte tirón, Braison logró liberarse y cayó al suelo, rodando.

"¡Lo logré! ¡Estoy libre!" - exclamó Braison, mirando a su alrededor y viendo a todos sus nuevos amigos.

"¡Gracias a todos! No sé qué habría hecho sin ustedes!" - sonrió, abrazando a Perry.

El grupo celebró con risas y alegres saltos, y Braison aprendió algo importante: a veces, aunque estemos en problemas, la amistad y la colaboración pueden ayudarnos a encontrar una solución.

Así, volvieron a casa, disfrutando de su aventura juntos, y Braison siempre recordaría lo valioso que es tener amigos como Perry, Lila, Tico y Max.

Y así, Perry y Braison vivieron muchas más aventuras, aprendiendo siempre a trabajar en equipo. ¡Fin!

FIN.

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