Persiguiendo Metas


Había una vez, en un pueblo muy lejano, una niña llamada Juanita. Tenía 5 años y vivía con su familia en una pequeña casa cerca del río.

Juanita tenía un hermano mayor llamado Lucas, quien era muy coqueto y siempre se peinaba frente al espejo. También tenían un hermanito bebé llamado Tomás, que era muy juguetón y siempre estaba explorando todo a su alrededor. Juanita amaba con todo su corazón a su familia.

Su papá se encargaba de realizar todas las labores de la casa mientras mamá trabajaba en la oficina durante el día. Papá cocinaba deliciosas comidas, limpiaba la casa y cuidaba de los niños con mucho amor.

Un día soleado, mientras Juanita jugaba en el jardín junto a Lucas y Tomás, vieron algo brillante entre las flores. Era una llave dorada con forma de corazón. Los tres hermanos se emocionaron y decidieron investigar qué puerta abriría esa llave especial.

Corrieron por el pueblo buscando cada puerta que encontraban: la tienda de dulces, la biblioteca e incluso el viejo molino abandonado. Ninguna puerta coincidía con aquella llave mágica.

Después de mucho buscar sin éxito, decidieron preguntarle a sus padres si conocían alguna puerta especial donde pudiera usarse esa llave tan misteriosa. "Papá, mamá", exclamó Juanita emocionada "¡Encontramos esta llave dorada! ¿Saben ustedes qué puerta abre?"Los padres miraron sorprendidos la llave dorada y sonrieron.

Mamá tomó a Juanita en sus brazos y explicó:"Querida, esa llave abre una puerta muy especial. Es la puerta de nuestros sueños". Los niños no entendieron bien qué significaba eso, pero estaban ansiosos por descubrirlo.

Esa noche, después de cenar, los padres reunieron a sus hijos alrededor de la chimenea y les contaron una hermosa historia. Les dijeron que cada persona tiene sueños dentro de su corazón y que esa llave mágica podía abrir la puerta para hacer esos sueños realidad.

Juanita sonrió emocionada y preguntó:"¿Cómo podemos usar esta llave para abrir nuestras puertas de los sueños?"Papá respondió con ternura:"Cada uno tiene un camino único hacia sus sueños. La clave está en ser valientes, perseverantes y nunca rendirse".

Lucas se levantó emocionado y dijo:"¡Yo quiero ser futbolista profesional! Quiero jugar en el equipo nacional". Juanita aplaudió emocionada mientras mamá abrazaba a Lucas con orgullo. Luego fue el turno de Juanita.

Con determinación en su voz exclamó:"¡Yo quiero ser escritora! Quiero escribir cuentos que inspiren a las personas". Tomás, aunque aún era muy pequeño para hablar, sonrió ampliamente como si también tuviera grandes sueños en su corazón. Desde aquel día, cada uno comenzó a trabajar duro para alcanzar sus metas.

Lucas entrenaba todos los días para mejorar su habilidad con el balón. Juanita leía libros e imaginaba historias increíbles que luego plasmaba en papel. Con el tiempo, Lucas logró su sueño y se convirtió en un futbolista profesional.

Juanita también logró lo suyo y sus cuentos inspiradores fueron publicados en libros que llegaron a muchas manos.

Y así, gracias a la llave dorada de los sueños, cada uno de ellos abrió la puerta hacia una vida llena de felicidad y realización. La historia de Juanita nos enseña que todos tenemos sueños dentro de nosotros, esperando ser desbloqueados. Solo debemos tener valentía, perseverancia y nunca rendirnos para abrir las puertas hacia nuestros anhelos más profundos.

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