Pies Libres


Olivia era una niña muy curiosa y aventurera, siempre estaba explorando nuevos lugares y descubriendo cosas nuevas.

Pero había algo que la seguía en todas sus aventuras: ¡siempre se olvidaba las zapatillas! Un día, Olivia decidió ir a explorar el bosque detrás de su casa. Estaba emocionada por todo lo que podría encontrar allí, pero al salir de su casa se dio cuenta de que no tenía sus zapatillas puestas.

- Ay no, me olvidé las zapatillas otra vez - dijo Olivia con un suspiro. Pero esta vez decidió hacer algo diferente. En lugar de volver a buscarlas, decidió seguir adelante descalza.

Sintió la hierba fresca debajo de sus pies y disfrutó del sol cálido en su piel. Mientras caminaba por el bosque, encontró un pequeño arroyo con agua cristalina.

Decidió sumergir los pies para refrescarse y se dio cuenta de que podía sentir cada piedra y ramita bajo el agua gracias a no tener zapatos puestos. De repente, escuchó un ruido extraño en el bosque. Era un cachorro perdido llorando por ayuda. Olivia lo siguió hasta encontrarlo atrapado entre unas ramas espinosas.

- Tranquilo cachorrito - le dijo ella mientras lo liberaba - ¿Cómo te llamas? El cachorro se acurrucó contra ella y comenzaron a jugar juntos mientras seguían explorando el bosque.

Cuando llegaron a casa al final del día, la mamá de Olivia notó que estaba descalza y preguntó qué había pasado con sus zapatos. - Me olvidé las zapatillas otra vez, mamá - dijo Olivia con una sonrisa. - Bueno, al menos tuviste un día interesante - respondió su mamá mientras acariciaba el pelaje del cachorro.

Desde ese día en adelante, Olivia dejó de preocuparse tanto por olvidar sus zapatos y comenzó a disfrutar más de la vida descalza. Descubrió que podía sentir y experimentar cosas nuevas cuando no estaba limitada por los zapatos.

Y cada vez que se sentía un poco triste o aburrida, recordaba el día en que encontró a su amigo cachorro y sabía que siempre habría nuevas aventuras esperándola allí afuera.

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