Piko el mosquito ruidoso



En un pequeño pueblo rodeado de hermosa naturaleza, vivía Piko, un mosquito que siempre había sido un poco diferente. Mientras los demás mosquitos zumbaban suavemente, Piko no podía evitar ser el más ruidoso de todos.

Esto causaba molestias a los demás habitantes del pueblo, quienes a menudo se quejaban de su estridente zumbido. Un día, cansados de sus quejas, los demás animales decidieron hacerle una propuesta a Piko.

-¿Qué podemos hacer para que dejes de ser tan ruidoso, Piko? -preguntó Luli, la lombriz. -Lo siento, no puedo evitarlo, es parte de quién soy -respondió tristemente Piko. No sabiendo qué hacer, Piko decidió ir a ver a Don León, el sabio león del pueblo.

Don León escuchó atentamente a Piko y le dijo: -Piko, entiendo que tu zumbido es parte de ti, pero quizás podrías encontrar una forma de usarlo para algo bueno en lugar de molestar a los demás.

Intrigado por las palabras del sabio león, Piko decidió probar suerte y poner su peculiar zumbido al servicio de la comunidad. Así, Piko descubrió que su ruido podía ahuyentar a los insectos que querían dañar las plantaciones del pueblo.

Los habitantes, sorprendidos por su nueva habilidad, comenzaron a valorar a Piko por su singularidad y agradecerle por proteger sus cultivos. Desde entonces, Piko dejó de ser conocido como el mosquito ruidoso y se convirtió en el valiente protector de las plantas del pueblo.

Aprendiendo que cada uno tiene su propio valor y que lo que nos hace diferentes, nos hace únicos. Y así, Piko encontró su lugar en el mundo, demostrando que a veces, nuestras peculiaridades pueden convertirse en nuestras mayores fortalezas.

FIN.

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