Pilar y la lección de amistad en la pijamada del bosque
Había una vez una jirafa llamada Pilar, quien era muy amigable y le encantaba pasar tiempo con sus amigos.
Un día, Pilar recibió una invitación para ir a la casa de su mejor amiga, la elefanta Lola, para tener una pijamada con otras amigas del bosque. Pilar estaba emocionada por la idea de pasar la noche riendo y divirtiéndose con sus amigas.
Preparó su mochila con todo lo que necesitaba: su pijama favorita, cepillo de dientes, libros para leer antes de dormir y un paquete de galletitas. Cuando llegó a la casa de Lola, las demás chicas ya estaban allí.
Había una cebra llamada Camila, un mono divertido llamado Lucas y una tortuga lenta pero cariñosa llamada Sofía. Las chicas se pusieron sus pijamas y comenzaron a jugar juegos divertidos como "verdad o consecuencia" y "simón dice". Estaban tan ocupadas jugando que no se dieron cuenta del tiempo que pasaba.
De repente, mientras estaban jugando al escondite en el jardín trasero, Pilar sintió que tenía que hacer pis urgentemente. Pero no quería interrumpir el juego ni decepcionar a sus amigas. "Chicas," dijo nerviosa Pilar. "¿Podemos hacer una pausa? Tengo que ir al baño.
""¡Seguro!" respondió Lola. "Vamos todas juntas. "Pero cuando llegaron al baño, Pilar se dio cuenta de algo terrible: había hecho pis en su pijama sin siquiera darse cuenta. Se puso roja como un tomate y comenzó a llorar.
Temía que sus amigas la juzgaran o se burlaran de ella. "Oh, Pilar," dijo Sofía con ternura. "No tienes nada que temer. A todos nos pasa alguna vez. ""¡Exacto!" agregó Camila. "Es solo un accidente pequeño.
No hay nada de qué avergonzarse. "Las chicas abrazaron a Pilar y le dijeron que no había nada malo en tener un accidente así, especialmente mientras estaban jugando tanto.
Juntas, las chicas decidieron ayudar a Pilar a limpiarse y cambiar su pijama mojada. Y después de eso, volvieron al juego como si nada hubiera pasado.
Pilar aprendió una valiosa lección esa noche: que hacer pis en la cama es normal y no hay necesidad de sentirse avergonzado por ello. Además, también aprendió que siempre puede contar con el apoyo y la amistad de sus amigos. Desde entonces, cada vez que alguien tenía un accidente similar durante una pijamada, las chicas lo manejaban con gracia y comprensión.
Y así fue como la jirafa Pilar descubrió que los verdaderos amigos son aquellos que te aceptan tal como eres, incluso cuando haces pis en tu pijama sin quererlo.
FIN.