Pinocho en la era digital




Pinocho había crecido, o al menos eso parecía a simple vista. Su nariz ya no crecía al mentir, pero su vida adulta estaba llena de desafíos inesperados. Después de años de vivir con Geppetto, Pinocho se encontró en la encrucijada de la era digital. Con un currículum que consistía en tallado de madera y algunas mentiras blancas aquí y allá, Pinocho decidió que era hora de entrar en el mundo laboral.

Desempolvó su antiguo CV de madera y se dispuso a buscar empleo. Se inscribió en todas las plataformas online que encontró, pero el mundo laboral actual no estaba muy interesado en un ex-muñeco de madera con habilidades limitadas. Desanimado, Pinocho decidió recurrir a las redes sociales en busca de aceptación.

-¡Voy a tener miles de seguidores en Instagram! -exclamó ilusionado, subiendo una selfie con su mejor pose. Pero para su sorpresa, los seguidores no llegaron como esperaba. Las fotos con filtros y poses forzadas no parecían impresionar a nadie.

Frustrado, Pinocho decidió consultar a su amiga Pepita, una hada madrina reconvertida en influencer digital.

-¡Pepita, no entiendo por qué nadie me sigue en Instagram! ¿Qué estoy haciendo mal?

Pepita le explicó pacientemente que la gente valora la autenticidad y la honestidad. Le recordó que no se trataba de aparentar ser algo que no era, sino de mostrar quién era realmente. Pinocho reflexionó sobre estas palabras, preocupado por el rumbo que había tomado su vida.

Decidió reinventarse y abrir su propio emprendimiento de tallado de madera. Con el tiempo, la calidad y autenticidad de sus creaciones lo llevaron a ser reconocido en el mundo digital. La gente valoraba su trabajo genuino, y pronto sus redes sociales se llenaron de seguidores que apreciaban su honestidad. Pinocho aprendió que en la era digital, la verdadera magia radicaba en ser uno mismo. Y así, vivió feliz, rodeado de amigos y seguidores que valoraban al Pinocho auténtico que finalmente se había convertido.

FIN.

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