Pipí, el piercoespin astrónomo
Pipí era un piercoespin que vivía en un bosque frondoso. Todas las noches, Pipí salía a su patio y miraba el cielo estrellado con gran admiración.
Un día, decidió que quería ver las estrellas de cerca, así que construyó un telescopio con la ayuda de sus amigos animales. - ¿Qué estás construyendo, Pipí? - preguntó Carlitos, el conejo. - Estoy construyendo un telescopio para poder ver las estrellas más de cerca - respondió Pipí emocionado.
Los amigos de Pipí lo ayudaron a juntar los materiales y a armar el telescopio. Una vez que estuvo listo, Pipí pasaba horas observando las estrellas, la luna y los planetas. Se maravillaba con la inmensidad del universo.
Un día, mientras Pipí observaba el cielo, vio una estrella fugaz y decidió pedir un deseo. - Ojalá pudiera compartir esta maravilla con todos mis amigos del bosque - susurró Pipí. De repente, una idea brillante iluminó su mente.
Pipí decidió organizar una fiesta de observación de estrellas para todos sus amigos. Con la ayuda de Carlitos, el conejo, y Lila, la ardilla, prepararon todo para la gran noche.
Pusieron mantas en el suelo, cocinaron deliciosas galletas de nueces y prepararon binoculares para todos. La noche de la fiesta, los amigos de Pipí se reunieron en su patio. Todos miraron a través de los telescopios y contaron historias sobre las estrellas. Fue una noche mágica llena de risas, asombro y compañerismo.
Desde ese día, Pipí compartía su amor por el universo con todos sus amigos, inspirándolos a soñar en grande y a apreciar la belleza del cosmos.
FIN.