Pitágoras y la mágica terna griega
En la antigua Grecia, vivía un jovencito llamado Pitágoras. Desde pequeño, sentía una gran fascinación por los números y las formas geométricas.
Un día, mientras jugaba en el jardín, encontró tres piedras de distintos tamaños: una pequeña, una mediana y otra grande. -¡Qué curioso! Estas tres piedras forman una especie de triángulo, pensó Pitágoras. Asombrado por su descubrimiento, decidió investigar más a fondo.
-¿Qué pasará si mido los lados de cada piedra y luego los comparo entre sí? - se preguntaba. Con astucia, Pitágoras utilizó sus conocimientos matemáticos y descubrió que los cuadrados de las longitudes de los dos lados más cortos de su triángulo eran iguales al cuadrado de la longitud del lado más largo.
Emocionado por su hallazgo, corrió a compartirlo con el sabio de su aldea. El anciano, maravillado por la inteligencia del joven, le explicó que esa relación entre los lados de la piedras se llamaba Teorema de Pitágoras y tenía múltiples aplicaciones en la geometría.
Desde ese día, Pitágoras se convirtió en un apasionado difusor de la matemática y la Geometría en toda Grecia, enseñando a jóvenes y adultos la importancia de las relaciones numéricas en las formas y figuras.
Su mágica terna griega marcó un antes y un después en la historia de las matemáticas, y su legado perdura hasta nuestros días.
FIN.