Polilla y la misión del bosque
En un lejano pueblo de la Argentina vivía una perra muy especial llamada Polilla. Polilla tenía el pelaje blanco como la nieve y unos ojos brillantes que parecían dos luceros en la oscuridad.
Lo más sorprendente de todo era que ¡Polilla podía volar! Sí, así es, esta perrita alada surcaba los cielos con gracia y alegría. Un día, mientras volaba por los campos, Polilla escuchó unos llantos provenientes de un bosque cercano.
Decidió seguir el sonido y encontró a un pequeño zorrito atrapado en una red tendida por cazadores furtivos. Sin dudarlo un segundo, Polilla se abalanzó sobre la red y con sus afilados dientes logró liberar al indefenso animalito.
"¡Gracias, gracias por salvarme!", dijo el zorrito entre sollozos. "No hay de qué, amigo. Solo hice lo correcto", respondió Polilla con humildad.
El zorrito le contó a Polilla que los cazadores furtivos habían estado rondando el bosque últimamente, poniendo en peligro a todos los animales del lugar. Polilla decidió entonces que no podía quedarse de brazos cruzados mientras sus amigos estaban en peligro. "Debemos hacer algo para detener a esos cazadores furtivos", dijo determinada.
"Pero ¿cómo lo haremos? Son muy astutos y están armados", expresó preocupado el zorrito. Polilla pensó durante un momento y luego tuvo una brillante idea. Decidió convocar a todos los animales del bosque para llevar a cabo un plan ingenioso que ayudara a detener a los cazadores furtivos.
Así fue como juntos prepararon trampas hechas con ramas y hojas, diseñaron señuelos para despistar a los cazadores y crearon un sistema de alerta temprana para prevenir cualquier ataque sorpresa.
Todos trabajaban arduamente bajo la dirección de Polilla, quien demostraba ser una líder valiente e inteligente. Llegó el día en que los cazadores furtivos intentaron adentrarse en el bosque nuevamente.
Pero esta vez se encontraron con una sorpresa: cada paso que daban era vigilado por los ojos agudos de los animales del bosque; cada movimiento era anticipado gracias al sistema de alerta ideado por Polilla; y finalmente cayeron en las trampas preparadas por el ingenio colectivo de todos los habitantes del bosque.
Los cazadores furtivos fueron capturados y entregados a las autoridades correspondientes gracias al trabajo en equipo liderado por Polilla. Desde ese día, nunca más volvieron a molestar al bosque ni a sus habitantes.
Polilla se convirtió en toda una heroína para todos los animales del lugar, quienes aprendieron que juntos podían superar cualquier desafío por difícil que pareciera.
Y así, nuestra querida perra alada demostró que no importa cuán pequeño seas o cuáles sean tus habilidades únicas; siempre puedes marcar la diferencia si actúas con valentía y bondad en tu corazón.
FIN.