Pompón y la lección de cuidado



Pompón era un osito de peluche muy especial. Tenía un corazón enorme y siempre estaba dispuesto a dar amor y cariño a todos los que lo rodeaban.

Vivía en una tienda de juguetes junto a otros peluches, pero él se destacaba por su dulzura y amabilidad. Un día, llegó una niña llamada Sofía a la tienda de juguetes.

Ella estaba buscando un amigo para acompañarla en sus aventuras diarias y cuando vio a Pompón, supo que había encontrado al compañero perfecto. - ¡Mamá, mamá! Quiero llevarme este osito tan lindo - exclamó Sofía emocionada. La madre de Sofía compró el osito y desde ese momento, Pompón se convirtió en el mejor amigo de la niña.

Juntos jugaron innumerables juegos, contaron cuentos y compartieron secretos. Sin embargo, un día algo extraño comenzó a sucederle a Pompón: cada vez que alguien lo abrazaba o lo apretaba con demasiada fuerza, sentía como si algo dentro de él se rompiera.

Comenzó a sentirse triste porque no quería lastimar los sentimientos de nadie diciéndoles que tuvieran cuidado con él. Sofía notó que algo andaba mal con su amigo animal y le preguntó qué le pasaba.

Al principio Pompón no quería decir nada porque no quería preocuparla, pero finalmente decidió confiarle sus sentimientos. - Sofi...

creo que hay algo mal conmigo - dijo Pompón con voz temblorosa - Cada vez que alguien me abraza fuerte siento que algo dentro de mí se rompe. Sofía lo miró con ternura y le dijo:- No te preocupes, Pompón. Yo te cuidaré y no dejaré que nadie te lastime. Y si alguien no sabe cómo tratarte, les enseñaré a hacerlo correctamente.

Desde ese momento, Sofía comenzó a enseñarle a todos sus amigos cómo abrazar y apretar a Pompón sin lastimarlo. Les explicaba que él era un osito muy especial y delicado, pero lleno de amor para dar.

Todos los amigos de Sofía aprendieron rápidamente cómo tratar a Pompón con cariño y respeto. Pompón se sintió aliviado al saber que sus amigos ahora sabían cómo cuidarlo adecuadamente.

Y lo mejor de todo es que su amistad con Sofía se volvió aún más fuerte gracias a la confianza y el amor que compartían. Con el tiempo, otros peluches en la tienda comenzaron a imitar el comportamiento cariñoso de Pompón y aprendieron a tratarse unos a otros con mayor gentileza.

La tienda de juguetes se convirtió en un lugar donde todos los peluches eran amables entre sí y siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente.

La historia de Pompón nos enseña la importancia del amor propio y del cuidado hacia los demás. También nos muestra cómo podemos educarnos para ser más sensibles hacia aquellos que son diferentes o más vulnerables que nosotros mismos. Al final del día, todos merecemos amor, cuidado y respeto por igual.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!