Ponchi y Rexy



Un día soleado en Buenos Aires, los padres de Ponchi decidieron llevarlo al parque para disfrutar del buen clima. Pero mientras jugaban a la pelota, Ponchi se distrajo y corrió hacia el subte sin que sus padres lo notaran.

Ponchi estaba emocionado por explorar el subte, nunca había estado allí antes. Corría por los andenes y pasillos hasta que llegó a un túnel oscuro.

Ahí es donde vio algo sorprendente: ¡un dinosaurio! El dinosaurio era grande y amistoso, así que Ponchi no tuvo miedo y decidió hablar con él. - Hola, ¿quién eres? - preguntó Ponchi. - Hola pequeño, soy Rexy. ¿Y tú quién eres? - respondió el dinosaurio con una sonrisa en su rostro.

- Soy Ponchi. Nunca he visto un dinosaurio antes - dijo emocionado el niño. - Bueno, ahora ya me has conocido - dijo Rexy riendo-.

¿Qué haces aquí solito? Ponchi le explicó cómo se había escapado sin querer de sus padres mientras jugaba en el parque y como llegó al subte por accidente.

Rexy escuchaba atentamente la historia de Ponchi y después le dijo:- Sabes pequeño amigo, es importante siempre prestar atención a nuestros padres y estar seguros cuando salimos a explorar lugares nuevos. No todos los lugares son seguros para nosotros los niños solos. Ponchi entendió lo que Rexy quería decirle e inmediatamente se sintió arrepentido por haberse ido sin avisar a sus padres.

Después de charlar un rato más con Rexy, Ponchi decidió que era hora de volver a casa. Rexy le dio un abrazo amistoso y le deseó suerte en su camino de regreso.

Ponchi volvió a casa sano y salvo, pero esta experiencia lo hizo aprender una valiosa lección sobre la importancia de prestar atención y estar seguro en todo momento. Y aunque nunca volvió a ver al dinosaurio del subte, siempre recordaría esa charla amistosa como una aventura inolvidable.

FIN.

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