Pou y la visita a la abuela
Había una vez un pequeño Pou who estaba jugando en su casa cuando de repente sintió un gran bostezo. Se dio cuenta de que tenía muchísimo sueño y su estómago comenzó a hacer ruidos muy extraños.
Pou se dio cuenta de que tenía hambre. Pero justo en ese momento sonó el teléfono. Era su abuela. - ¡Hola Pou! ¿Cómo estás? ¿Podrías venir a hacerme una visita? - dijo la abuela.
Pou quería mucho a su abuela y no podía decirle que no, pero también quería ir a dormir y comer algo. Pou pensaba y pensaba, hasta que recordó algo que su mamá siempre le decía: 'A veces debemos hacer sacrificios por las personas que amamos'.
Pou decidió que haría las dos cosas. Se fue a la cocina, se preparó un sándwich con lo que encontró en la heladera y tomo un vaso de leche. Así, Pou alivió su hambre y su sueño un poco.
Luego se puso sus zapatillas y su campera y salió rumbo a la casa de su abuela. En el camino, encontró a su amigo Pipo. - ¿A dónde vas, Pou? - preguntó Pipo.
- Voy a visitar a mi abuela, aunque estoy muy cansado y tengo hambre - respondió Pou. Pipo le recordó algo que su mamá le decía siempre: 'La familia es lo más importante, y debemos cuidarla siempre'. Pou asintió con la cabeza y siguió su camino.
Al llegar a la casa de su abuela, olvidó por completo su cansancio y su hambre al ver la gran sonrisa de su abuela al recibirlo.
Pasaron horas hablando y riendo juntos, y Pou se dio cuenta de que no había lugar en el mundo donde se sintiera mejor que al lado de su abuela. Al regresar a su casa, Pou se sentía muy feliz. Se acostó en su cama con una gran sonrisa en el rostro.
Pensó en lo importante que había sido hacerle una visita a su abuela, y que a pesar de estar cansado y hambriento, había encontrado la manera de satisfacer sus necesidades y hacerle feliz a su abuela.
Desde ese día, Pou entendió que a veces debemos hacer sacrificios para cuidar y alegrar a quienes más queremos.
FIN.