Promesa a las olas


pescadores siempre estaban llenas de peces y el mar estaba en calma cuando salían a pescar. Un día, mientras Mateo se preparaba para salir a pescar en su pequeña embarcación, una fuerte tormenta se acercó rápidamente a Puerto Azul.

El cielo se oscureció y los vientos empezaron a soplar con fuerza. Mateo sabía que sería peligroso salir al mar en esas condiciones, pero también sabía que su familia dependía de la pesca para sobrevivir.

Decidió entonces hacer una ofrenda a Yemayá antes de partir. Buscó almejas y flores en la orilla del mar y las colocó con respeto sobre las aguas agitadas.

"Yemayá, protectora de los pescadores, te ruego que me guíes y protejas en esta tormenta", murmuró Mateo con devoción. De repente, una luz brillante iluminó el cielo y una figura femenina emergió de las olas. Era Yemayá, con su vestido azul como el mar y sus largos cabellos ondeando al viento.

"Mateo, has demostrado tu respeto por mí y por los océanos. Te concederé mi protección", dijo la diosa con voz suave pero poderosa. "Gracias, Yemayá.

Prometo honrar tu regalo cuidando de los mares y siendo un pescador responsable", respondió Mateo emocionado. Con un gesto de su mano, Yemayá calmó la tormenta y guió la embarcación de Mateo a través de las olas turbulentas hacia aguas más tranquilas.

Allí, el pescador pudo echar sus redes sin problemas y pronto estas se llenaron de peces abundantes. Al regresar a puerto, Mateo compartió su historia con los demás pescadores del pueblo, quienes quedaron asombrados por lo ocurrido.

A partir de ese día, todos prometieron respetar al océano y rendir homenaje a Yemayá antes de salir a pescar. Puerto Azul prosperó gracias a la pesca abundante que proporcionaba el mar calmado por la protección de Yemayá.

Mateo se convirtió en un ejemplo para los demás pescadores, recordándoles siempre la importancia de cuidar del medio ambiente marino.

Y así, gracias al respeto mutuo entre humanos y la naturaleza representada por Yemayá, Puerto Azul siguió siendo un lugar próspero donde la pesca sostenible era clave para mantener viva la tradición ancestral de sus habitantes.

Dirección del Cuentito copiada!