Protegiendo el Mundo Juntos


Había una vez una mamá llamada Pilar que vivía cerca de la costanera. Un día, decidió llevar a su hijo recién nacido a un bautismo muy especial que se iba a realizar allí.

En este bautismo, no se enseñaba sobre religiones o creencias tradicionales, sino sobre el amor y el respeto hacia la naturaleza.

Cuando llegaron al lugar del bautismo, había muchas personas reunidas en círculo alrededor de un altar natural decorado con flores y elementos de la naturaleza. Un grupo de mujeres sabias vestidas con túnicas coloridas los recibió con una sonrisa cálida. —"Bienvenidos" , dijo la líder del grupo. "Hoy celebraremos el bautismo sagrado en honor a las diosas de la naturaleza.

"Pilar estaba emocionada por compartir esta experiencia única con su bebé. La líder del grupo le entregó una caracola y le explicó:"Esta caracola representa el sonido del mar, uno de los regalos más hermosos que nos da la madre naturaleza.

Enséñale a tu hijo a escuchar y apreciar su melodía". Pilar acercó la caracola al oído de su bebé y juntos disfrutaron del dulce susurro marino. Luego, otra mujer abrió una jaula pequeña llena de mariposas multicolores.

Las mariposas volaron alrededor del bebé antes de desaparecer entre los árboles cercanos. "Estas mariposas simbolizan la libertad", explicó la mujer sabia. "Enséñale a tu hijo que todos merecen ser libres y que debemos cuidar a los seres vivos que nos rodean".

Pilar sonrió y prometió enseñarle a su hijo el valor de la libertad y la importancia de respetar a todos los seres vivos. La siguiente mujer se acercó con una hermosa flor de malvón en sus manos.

La entregó a Pilar diciendo:"Esta flor representa la belleza y la fortaleza. Enséñale a tu hijo a encontrar lo bello en cada momento y recordar siempre su propia fuerza interior".

Pilar miró al bebé mientras sostenía la flor, imaginando todas las aventuras que tendrían juntos. Finalmente, una mujer más se acercó con una botella cerrada en sus manos. Le dijo a Pilar:"En esta botella hay un mensaje secreto para tu hijo.

Cuando sea el momento adecuado, ábrela juntos y descubran juntos qué les tiene preparado el destino". Pilar guardó la botella con mucho cariño, emocionada por el misterio que había dentro. Con el bautismo completo, las mujeres sabias desearon bendiciones sobre Pilar y su hijo antes de despedirse.

Agradecida por esta experiencia especial, Pilar regresó a casa llena de inspiración para criar a su hijo con amor hacia la naturaleza y apreciación por todo lo bello del mundo.

A medida que pasaban los años, Pilar cumplió su promesa de enseñarle a su hijo sobre las diosas de la naturaleza. Juntos escucharon el mar en la caracola, liberaron mariposas en primavera, cultivaron flores en su jardín y siempre mantuvieron cerca esa botella misteriosa.

El niño creció amando y respetando la naturaleza, convirtiéndose en un defensor del medio ambiente. Cuando finalmente llegó el momento de abrir la botella, descubrieron un mapa que les mostraba cómo cuidar aún más el mundo que los rodeaba.

Pilar y su hijo se embarcaron en una aventura para proteger los bosques, limpiar los ríos y enseñar a otros sobre la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.

Juntos, hicieron una diferencia en el mundo y dejaron un legado de amor y respeto por las diosas de la naturaleza. Y así, gracias al bautismo sagrado en la costanera, Pilar y su hijo encontraron su propósito en la vida: ser guardianes del planeta y compartir su mensaje con todos aquellos dispuestos a escuchar.

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