Rabo Culete y el Gran Concurso de Sabores
Había una vez en el Colorido Valle de los Saboritos, un grupo de amigos muy peculiares: Rabo Culete, un pequeño trol con cola de serpiente, Leyre, una abeja aventurera, y Helado de Menta, un conejo muy dulce que hacía los helados más ricos del valle. Juntos, soñaban con ganar el Gran Concurso de Sabores que se celebraba cada año en la plaza del pueblo. Este concurso era conocido por premiar la mejor combinación de sabores y quién ganaba, se convertía en el Rey o Reina del Valle por un año.
Un día, mientras jugaban en la pradera del Colorido Valle, Rabo Culete tuvo una idea brillante.
"¡Chicos! ¿Y si participamos en el concurso juntos? ¡Podríamos hacer el mejor helado del mundo!"
"¡Sí! Pero, ¿qué sabores vamos a elegir?" preguntó Leyre, zumbando con emoción.
"Podríamos usar menta, claro, porque es mi mejor sabor, ¡y es refrescante!" dijo Helado de Menta.
"¿Y si agregamos algo más?" pensó Rabo Culete.
Pensaron y pensaron, pero no lograban encontrar la combinación perfecta. Fue entonces cuando Leyre, que siempre observaba todo desde el aire, notó algo especial en el campo.
"¡Miren! ¡Las flores!" gritó, mientras señalaba un campo lleno de flores de colores radiantes.
"Podríamos usar los sabores de esas flores, así sería único. ¡Vamos a investigar!" sugirió Rabo Culete.
Los tres amigos volaron y saltaron hasta el campo de flores. Descubrieron que había rosas dulces, girasoles con sabor a miel y violetas que hacían reír a cualquiera que las probara.
"¡Esto es increíble!", exclamó Helado de Menta.
"¡Sí! Vamos a mezclar todos esos sabores con el helado de menta. ¡Sería una locura!" añadió Rabo Culete.
Unidos, comenzaron a mezclar y probar sus creaciones. Pero en medio de su trabajo, se encontró con un problema. Un viento fuerte comenzó a soplar y las flores volaron por los aires.
"¡Oh no! ¡Todo nuestro trabajo se está yendo!" se lamentó Helado de Menta.
"¡No podemos rendirnos!" dijo Leyre. "¡Debemos correr y recolectar los sabores antes que se vayan!"
"¡Yo puedo acomodar las flores gracias a mi cola!" se ofreció Rabo Culete con determinación.
Así, con mucha prisa y trabajo en equipo, lograron recoger las flores y regresar a su cocina improvisada. Al final, lograron crear el helado más colorido y sabroso del valle. Cuando llegó el día del concurso, estaban nerviosos pero emocionados. En la plaza, el jurado probó helado tras helado, hasta que llegó el turno de Rabo Culete, Leyre y Helado de Menta.
"¡Este es nuestro helado especial: Menta Colorida!" anunciaron.
Cuando el jurado probó su creación, sus ojos se iluminaron.
"¡Es refrescante y al mismo tiempo dulce! Se siente como un día de primavera. ¡Es una combinación única!" exclamó el juez principal.
Después de un rato, el jurado hizo un anuncio.
"¡Y el ganador del Gran Concurso de Sabores es... Rabo Culete, Leyre y Helado de Menta!"
Los tres amigos saltaron de alegría y se abrazaron.
"¡Lo logramos, chicos!"
"¡Por fin somos el Rey y Reina del Valle!" gritó Leyre.
"Esto significa que podemos crear nuestra propia heladería!" añadió Helado de Menta.
Y así, llenos de alegría y buenos recuerdos, Rabo Culete, Leyre y Helado de Menta aprendieron que el verdadero sabor de la amistad y el trabajo en equipo era el ingrediente más importante de todos. Desde ese año, compartieron su helado especial con todos los habitantes del Colorido Valle y continuaron creando sabores maravillosos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.