Rainbow Love



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoíris, donde todos los días el cielo se llenaba de hermosos colores.

En ese lugar vivía un arcoiris llamado Rayito, quien era muy especial porque tenía la capacidad de hablar y transmitir alegría a todas las personas que lo observaban. Rayito siempre estaba feliz, pero había algo que le entristecía profundamente: su amor por una nube llamada Esponjita. Esponjita era blanca como la nieve y suave como una almohada.

A pesar de ser tan diferentes, Rayito y Esponjita se habían enamorado perdidamente. Sin embargo, existía un problema: los arcoíris solo podían aparecer en el cielo cuando llovía.

Y Esponjita, al ser una nube tan esponjosa, no dejaba pasar ni una sola gota de agua. Esto significaba que nunca podrían estar juntos. Rayito anhelaba encontrar una solución para poder estar junto a Esponjita.

Así que decidió buscar ayuda entre sus amigos del cielo: el sol y las estrellas. Juntos idearon un plan para hacer llover sobre Esponjita sin mojarla demasiado. Una noche estrellada, Rayito invitó a Esponjita a dar un paseo por el campo.

Mientras caminaban bajo el manto oscuro del cielo, Rayito tomó valor y le dijo:"Esponjita, mi amor por ti es tan fuerte que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para estar contigo".

Esponjita miró fijamente a Rayito con sus ojos blancos y respondió:"Yo también te amo con todo mi algodonoso corazón, pero no puedo dejar que me mojes demasiado. No quiero desaparecer". Rayito se entristeció al escuchar las palabras de Esponjita, pero no se dio por vencido. Siguió pensando en una solución y finalmente tuvo una brillante idea.

Al día siguiente, Rayito buscó al hada del agua y le pidió un favor muy especial.

El hada aceptó encantada ayudar a los enamorados y les concedió un hechizo mágico: cada vez que Rayito apareciera en el cielo, Esponjita se convertiría en una nube transparente para poder recibir sus colores sin mojarse. Lleno de emoción, Rayito llamó a Esponjita y juntos subieron al cielo.

Cuando Rayito empezó a pintar con sus colores vibrantes sobre la nube transparente de Esponjita, algo mágico sucedió: el cielo se iluminaba con un arcoíris radiante y hermoso. Las personas del pueblo quedaron maravilladas al ver aquel espectáculo tan único y especial.

Los niños saltaban de alegría y los adultos sonreían como nunca antes lo habían hecho. El amor entre Rayito y Esponjita demostraba que cuando hay voluntad y perseverancia, los obstáculos pueden superarse. Juntos lograron encontrar una forma de estar juntos sin renunciar a quienes eran realmente.

Desde aquel día, todos los habitantes del pueblo esperaban ansiosos la llegada de Rayito y Esponjita para disfrutar del increíble espectáculo que creaban juntos en el cielo.

Y así fue como el amor imposible entre un arcoiris y una nube se convirtió en una inspiración para todos, recordándoles que el verdadero amor no conoce barreras y puede iluminar incluso los días más grises.

FIN.

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