Rapunzel y el príncipe valiente



Había una vez en un lejano reino, una hermosa joven llamada Rapunzel que vivía en lo alto de una torre junto a su madre adoptiva, la malvada bruja Madre Gothel.

Rapunzel tenía un largo cabello dorado que brillaba como el sol y llegaba hasta el suelo. Un día, mientras peinaba su larga cabellera en la ventana de la torre, escuchó a lo lejos risas y cantos provenientes del bosque cercano.

Intrigada por aquellos sonidos tan alegres, Rapunzel decidió asomarse por la ventana para ver qué ocurría. Al mirar hacia abajo, vio a un apuesto príncipe llamado Finn paseando por el bosque con sus amigos.

Finn era valiente y gentil, y desde el primer momento que sus miradas se cruzaron, ambos sintieron una conexión especial. "¡Hola! ¿Cómo te llamas?", preguntó Finn levantando la vista hacia la torre donde se encontraba Rapunzel.

Era la primera vez que alguien distinto a Madre Gothel se dirigía a ella con amabilidad, así que Rapunzel respondió tímidamente: "Soy Rapunzel". Finn quedó maravillado por la belleza de Rapunzel y decidió visitarla en secreto todas las tardes para charlar y conocerse mejor.

Juntos compartían historias sobre sus vidas y sueños, creando así un fuerte vínculo entre ellos. Sin embargo, Madre Gothel descubrió las visitas del príncipe Finn y se enfureció al darse cuenta de que Rapunzel había encontrado a alguien más en su vida.

Decidió cortar todo contacto de Rapunzel con el mundo exterior y mantenerla encerrada en la torre para siempre. Rapunzel estaba triste al no poder ver más a Finn ni disfrutar de su libertad.

Pero sabía que debía encontrar una forma de escapar de aquella prisión si quería ser feliz junto al príncipe. Una noche, mientras Madre Gothel dormía profundamente, Rapunzel trenzó su largo cabello dorado y lo utilizó como cuerda para descender desde lo alto de la torre hasta el suelo del bosque.

Al llegar abajo, corrió hacia donde se encontraba Finn esperándola con ansias. "¡Rapunzel! ¡Estás aquí!", exclamó emocionado el príncipe al verla sana y salva. Los dos jóvenes se abrazaron con alegría y decidieron huir juntos lejos del alcance de Madre Gothel.

Durante su travesía, enfrentaron peligros y desafíos que pusieron a prueba su valentía y amor mutuo. Finalmente lograron llegar al reino vecino donde fueron recibidos con los brazos abiertos por el rey y la reina.

El príncipe Finn le propuso matrimonio a Rapunzel frente a toda la corte real, prometiéndole amor eterno y libertad para siempre.

Rapunzel aceptó felizmente convertirse en princesa y vivir junto a Finn en un hermoso castillo donde nunca más volverían a sentirse atrapados o solos. Aprendieron juntos que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo si se mantiene firme e inquebrantable.

FIN.

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