Rapunzel y el Valor del Coraje



Había una vez, en un reino lejano, una joven de largos y dorados cabellos llamada Rapunzel. Ella vivía en una alta torre, atrapada por una bruja malvada que deseaba mantenerla alejada de todo el mundo. Sin embargo, la curiosidad de Rapunzel era más fuerte que su miedo.

Un día, mientras miraba por la ventana, vio cómo un incendio comenzó a consumir un pequeño bosque cercano. Las llamas danzaban y el humo se alzaba al cielo. Entonces, apareció un príncipe que era bombero.

"¡Ayuda! ¡El bosque está en llamas!", gritó la gente.

El príncipe, valiente y decidido, no dudó en actuar. Llenó su camión con mangueras y herramientas, y con su escuadrón de bomberos corrió hacia el incendio.

Desde su torre, Rapunzel lo observaba y sintió que debía hacer algo. Después de un largo rato de pensarlo, decidió dejar caer su largo cabello a través de la ventana para ayudar al príncipe.

"¡Príncipe! ¡Atrapa mi cabello!", llamó Rapunzel.

El príncipe, sorprendido pero emocionado, gritó:

"¡Gracias, Rapunzel! Tu cabello es más útil de lo que pensaba!".

Con la ayuda de su cabello, el príncipe subió hasta la torre y se encontró cara a cara con la joven.

"¿Por qué estás atrapada aquí?", le preguntó el príncipe.

"La bruja me encerró aquí y tengo miedo de salir", respondió Rapunzel con un susurro.

El príncipe, con una mirada determinada, le dijo:

"No tienes que permanecer aquí. Juntos podemos enfrentar a la bruja y liberarte."

Sin embargo, justo en ese instante, la bruja apareció, enfurecida por la osadía de Rapunzel.

"¡¿Qué hacen aquí? ! ¡Nadie puede desafiarme!", gritó la bruja, con una voz que retumbaba.

Ella levantó su varita mágica, pero Rapunzel, sintiendo la fuerza de su deseo de ser libre, se armó de valor.

"¡Es hora de que me enfrente a ti! He pasado demasiado tiempo atemorizada", le contestó con firmeza.

El príncipe, apoyando a Rapunzel, le agregó:

"¡Las personas valientes pueden superar cualquier obstáculo! No le temas a la bruja, juntos somos más fuertes."

La bruja, sorprendida por la valentía de Rapunzel, empezó a vacilar. Entonces, el príncipe tuvo una idea:

"Si nos unimos para apagar el fuego, tal vez puedas encontrar la bondad dentro tuyo."

Poco a poco, la bruja se calmó. Al ver el esfuerzo del príncipe y la determinación de Rapunzel, empezó a recordar tiempos en que también había sido amable y generosa.

"Quizás he estado equivocada. El fuego puede arrasar todo, pero también puede ser domesticado”, dijo la bruja con un tono diferente.

Rapunzel dio un paso hacia la bruja y le dijo:

"Podemos trabajar juntos. Yo sé que también tienes fuerzas dentro tuyo, y que podríamos ser un gran equipo."

La bruja se sorprendió, pero en su corazón empezó a sentir algo nuevo: […]

"Está bien. Me gustaría probarlo."

Así fue como, para sorpresa de todos, los tres se unieron y empezaron a combatir el fuego con coraje y compañerismo. La bruja utilizó su magia para crear agua y el príncipe usó sus mangueras, mientras Rapunzel guiaba a otros jóvenes a ayudar.

Cuando finalmente el fuego fue sofocado, la bruja sonrió, sintiéndose más ligera que antes.

"Tal vez puedo ser parte de algo grande y bueno."

Rapunzel, el príncipe bombero y la bruja formaron un nuevo vínculo. Desde ese día, cada uno de ellos aprendió el valor de enfrentar sus miedos y de la amistad. Juntos comenzaron a visitar otros lugares del reino, ayudando a la gente y enseñando sobre la importancia del trabajo en equipo y la valentía.

Y así, Rapunzel nunca volvió a sentirse sola, el príncipe se convirtió en un gran héroe en su pueblo, y la bruja, una aliada dispuesta a ayudar a los demás.

Ellos aprendieron que, a veces, los mayores desafíos pueden llevarte a las más hermosas amistades. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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