Ratón y los guardianes del hogar



Había una vez una pequeña rata llamada Ratón, que vivía en la gran ciudad. La contaminación y el bullicio de los humanos habían convertido su hogar en un lugar inhóspito.

Los edificios altos y las calles llenas de basura habían obligado a Ratón a buscar refugio en las calles. Ratón se sentía muy triste y solitario. Extrañaba tener un hogar acogedor y amigos con quienes compartir aventuras.

Pero no perdía la esperanza de encontrar un lugar donde quedarse y hacer nuevos amigos. Una tarde soleada, mientras buscaba comida entre los desechos, Ratón escuchó unos risueños chillidos provenientes de un callejón cercano. Corrió hacia allí y encontró a tres ratoncitos jugando felizmente.

- ¡Hola! Soy Ratón -dijo tímidamente-, ¿puedo jugar con ustedes? Los ratoncitos miraron a Ratón con curiosidad pero luego sonrieron amigablemente. - ¡Claro que sí! Nosotros somos Roque, Rosita y Rafa -respondió uno de ellos-. Ven, únete a nosotros.

Ratón se sintió emocionado al saber que había encontrado nuevos amigos. Juntos jugaron durante horas, saltando sobre montones de hojas secas y explorando los rincones del callejón.

A medida que pasaban los días, Ratón seguía buscando comida por las calles pero ahora lo hacía acompañado por sus nuevos amigos. Se ayudaban mutuamente para encontrar restos de comida fresca entre tanta basura. Un día, mientras exploraban una zona más alejada de la ciudad, encontraron un hermoso parque.

Este lugar estaba limpio y lleno de árboles verdes, flores coloridas y un estanque cristalino. - ¡Qué maravilla! -exclamó Ratón emocionado-. ¡Aquí podríamos vivir! Los ratoncitos asintieron con entusiasmo. Juntos, construyeron un acogedor nido debajo de un arbusto y se mudaron al parque.

Ahora tenían un hogar seguro y tranquilo. Con el tiempo, más animales se fueron sumando a su nueva comunidad en el parque. Había ardillas saltarinas, pájaros cantores e incluso conejitos juguetones.

Ratón se dio cuenta de que todos ellos también habían sido afectados por la contaminación y ahora encontraban refugio en este hermoso lugar. Ratón decidió que era momento de hacer algo para proteger su nuevo hogar.

Organizó una reunión con todos los animales del parque para hablar sobre cómo cuidarlo mejor. - Tenemos que trabajar juntos para mantener nuestro hogar limpio y seguro -dijo Ratón con determinación-. Vamos a reagarrar la basura que encuentren por aquí y a no ensuciar nuestro entorno.

Todos los animales asintieron con entusiasmo y comenzaron a limpiar el parque. Juntos, lograron convertirlo en un lugar aún más hermoso donde vivir. La noticia del trabajo realizado por Ratón y sus amigos se extendió rápidamente por toda la ciudad.

Los humanos también empezaron a tomar conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente. Gracias al esfuerzo conjunto de todos los habitantes, la ciudad comenzó a limpiarse y a recuperar su esplendor.

Ratón y sus amigos se convirtieron en auténticos héroes, inspirando a otros animales y humanos a cuidar el lugar donde vivían. Y así, Ratón logró no solo encontrar nuevos amigos y un hogar seguro, sino que también ayudó a mejorar el mundo que lo rodeaba.

Aprendió que la amistad y el trabajo en equipo pueden hacer grandes cambios, incluso cuando todo parece perdido. Desde aquel día, Ratón nunca más se sintió triste o solitario.

Sabía que siempre tendría amigos con quienes compartir aventuras y un lugar donde quedarse. Y juntos, seguirían luchando por un mundo mejor.

FIN.

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