Rayo y el Bosque Embrujado

Rayo era un joven de 19 años lleno de curiosidad y valentía. Un día, decidió aventurarse en el bosque embrujado que todos en su pueblo evitaban. La gente decía que en ese bosque vivían criaturas extrañas, pero Rayo sentía que había algo especial que debía descubrir.

Mientras caminaba entre los árboles altos y frondosos, escuchó un aullido que resonaba en el aire. Era un sonido profundo y melodioso, pero también un poco escalofriante. Rayo, lleno de determinación, siguió el destino que le marcaba su corazón.

De repente, se dio cuenta de que un lobo enorme lo estaba persiguiendo. Su pelaje era gris como las sombras y sus ojos brillaban como el oro en la luz del atardecer. Rayo comenzó a correr, pero no era solo miedo lo que sentía: había curiosidad.

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