Rebeca y el brillo de la amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegría, una niña llamada Rebeca. Rebeca era una niña muy inteligente y divertida, pero siempre se sentía triste en la escuela porque no tenía amigos con quienes jugar.

Un día, mientras caminaba por el parque después de clases, Rebeca vio a un grupo de niños jugando a la pelota. Se acercó tímidamente y les preguntó si podía unirse.

Los niños la miraron con desconfianza al principio, pero luego uno de ellos dijo: "¡Claro que sí! ¡Cuántos más seamos, mejor será el juego!"Rebeca se sintió feliz de poder jugar con ellos.

Durante ese momento, olvidó por completo su tristeza y se divirtió como nunca antes lo había hecho. Desde ese día, Rebeca comenzó a pasar más tiempo con sus nuevos amigos y poco a poco dejó de sentirse sola en la escuela.

Un mes después, la maestra anunció que habría un concurso de talentos en la escuela y animó a todos los estudiantes a participar. Rebeca estaba emocionada porque le encantaba cantar y quería mostrarle al mundo su hermosa voz.

Sin embargo, cuando llegó el día del concurso, los nervios se apoderaron de ella y pensó en rendirse. "¿Qué te pasa, Rebe? ¿Por qué estás tan nerviosa?" -preguntó su amiga Carla preocupada. "Tengo miedo de subir al escenario y hacer el ridículo" -respondió Rebeca con voz temblorosa.

Carla le dio ánimos y le recordó lo valiente que había sido al acercarse a ellos aquel día en el parque. Con renovada confianza, Rebeca decidió subir al escenario y dar lo mejor de sí misma.

Para su sorpresa, cuando empezó a cantar, todo el auditorio quedó impresionado por su talento. Al final del concurso, Rebeca ganó el primer premio y fue ovacionada por todos sus compañeros.

Desde ese día, todos en la escuela conocieron su talento para cantar y muchos quisieron ser sus amigos. Rebeca aprendió que no importaba cuántas veces hubiera fallado o cuán solitaria se sintiera en algún momento; siempre habría una oportunidad para brillar si creía en sí misma y encontraba el coraje para seguir adelante.

Y así fue como Rebeca pasó de ser la niña triste sin amigos a convertirse en una estrella brillante que iluminaba cada rincón de Villa Alegría con su alegría y talento.

Desde entonces nunca más volvióa sentirse sola o triste porque entendió que siempre hay personas dispuestas a tenderte una mano amiga cuando más lo necesitas. Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Viva Rebe!

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