Reciclando juntos en EcoVilla


En un pequeño pueblo llamado EcoVilla, vivían dos amigos muy curiosos y aventureros: Sofía y Martín. Les encantaba explorar la naturaleza que los rodeaba y aprender sobre cómo cuidar el planeta.

Un día, mientras jugaban en el parque del pueblo, vieron a Don Carlos, el vecino más anciano de EcoVilla, llevando bolsas de basura a su contenedor.

Sofía notó que todas las bolsas eran del mismo color y le preguntó a Martín por qué creía que Don Carlos hacía eso. - ¿Por qué crees que Don Carlos no separa la basura? -preguntó Sofía. Martín se encogió de hombros. No entendía por qué alguien no separaría los residuos para reciclarlos.

Decidieron acercarse a hablar con Don Carlos para averiguarlo. El anciano les explicó que nunca había separado la basura porque pensaba que no hacía ninguna diferencia. Sofía y Martín intercambiaron miradas preocupadas. Sabían que debían hacer algo al respecto.

Decidieron investigar sobre la importancia de separar los residuos y cómo podían convencer a Don Carlos de empezar a hacerlo. Los niños pasaron días leyendo libros y buscando información en internet. Aprendieron sobre reciclaje, compostaje y reutilización de materiales.

Estaban listos para mostrarle a Don Carlos lo importante que era cuidar el ambiente. Una tarde, invitaron a Don Carlos a una reunión en el parque para hablarle sobre lo que habían descubierto.

Con dibujos y ejemplos claros, explicaron cómo separar la basura ayudaba a reducir la contaminación del aire, del agua y del suelo. Don Carlos escuchaba atentamente, sorprendido por todo lo que ignoraba. Al finalizar la presentación, prometió comenzar a separar sus residuos desde ese mismo día.

A medida que pasaban las semanas, Sofía y Martín notaron un cambio en EcoVilla. Más vecinos comenzaron a separar sus residuos siguiendo el ejemplo de Don Carlos. El aire se sentía más limpio y los pájaros cantaban con más alegría.

Un mes después de su reunión en el parque, Sofía y Martín decidieron organizar una jornada de limpieza en todo el pueblo para celebrar los logros obtenidos gracias al esfuerzo conjunto de todos los habitantes de EcoVilla.

- ¡Estoy tan orgulloso de nuestro pueblo! -exclamó Martín mientras recogían basura junto a sus vecinos-. Gracias por enseñarme lo importante que es cuidar nuestro planeta. Sofía sonrió con satisfacción al ver cómo cada acción positiva podía marcar la diferencia en su comunidad.

Desde entonces, EcoVilla se convirtió en un ejemplo de sostenibilidad para otras localidades cercanas.

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